- Unidas Podemos va a cisma diario en su relación con el PSOE en el Gobierno de coalición. Después de que su secretaria general y ministra de Asuntos Sociales, Ione Belarra, llamara al orden al responsable del Ministerio del Interior, Fernando Grande-Marlaska, por la devolución a Marruecos de los menores que cruzaron a Ceuta; la formación morada ha puesto su punto de mira en Educación. Su coportavoz estatal, Pablo Fernández, recordó a la titular de Educación, Pilar Alegría, que la apuesta del Ejecutivo en materia educativa debe ser la educación pública y de calidad y no la concertada como ha sugerido ella. La ministra indicó que este último modelo es un “elemento clave” del sistema educativo, declarándose “firme defensora” de la colaboración entre ambos sistemas. A estos dos ámbitos hay que unir la sima que separa a ambos partidos a cuenta de la ampliación del aeropuerto de El Prat, precisando incluso que espera que esa inversión no llegue a su destino, sino a fomentar el ferrocarril convencional. Temas que se suman a otros como la venta de Naturgy y la regulación de los alquileres, además de sus discrepancias habituales en otros apartados como la Corona.

Con todo, Podemos no tiene intención de abandonar el Gobierno de Pedro Sánchez, considera normales las discrepancias y aconseja “naturalizar los disensos” porque, a su juicio, “el bipartidismo ha muerto” y los gobiernos de coalición van a continuar. De hecho, los morados están convencidos de que agotarán la legislatura en el Ejecutivo y su objetivo es ser primera fuerza en la siguiente. “Estamos teniendo una primera experiencia del Gobierno de coalición y es normal que haya puntos de divergencia. Hay que naturalizarlas y normalizarlas”, sostiene Fernández, apoyándose en que es “lógico” este permanente conflicto interno porque los dos partidos defienden “posiciones e intereses distintos”. Para más inri, da por hecho que seguirán existiendo.

Preguntado además, en una entrevista a Europa Press, por la desavenencias con el PSOE en materia de igualdad, Fernández reconoce que hubo “tiranteces” con determinadas leyes de Igualdad, pero aseguró estar “satisfecho” porque finalmente la Ley Trans y la LGTBI y la Ley del Solo sí es sí “van a salir adelante”. Es más, elogia el trabajo “excepcional” del ministerio que lidera Irene Montero, insistiendo en que los asesinatos machistas y los ataques homófobos y de odio de las últimas semanas justifican estas leyes, por lo que celebra que el PSOE haya rectificado su posición inicial.

Para Fernández, los roces en el Gobierno cobran mayor relevancia porque “la oposición está absolutamente echada al monte, carece de modelo de país y únicamente vive en la confrontación, el ruido y el conflicto permanente”, y eso hace que “los principales debates de este país se den en el seno del Consejo de Ministros”. “Entiendo que puedan suscitar interés las posibles divergencias pero estamos absolutamente centrados en dar soluciones inmediatas a los problemas de la ciudadanía -recalca-. Se habla mucho de los posibles desencuentros, de los puntos de divergencia, pero hay que poner el foco en lo importante, y es que hay seis millones de personas que sufren pobreza energética, millones que sufren precariedad laboral y las mujeres siguen sufriendo una brecha laboral”, valoró aferrándose al nexo del acuerdo de gobierno suscrito en enero de 2020.

Por todo ello, la estabilidad de Sánchez no corre peligro. “Nuestra idea, y no creo que tenga que haber ninguna otra, es agotar la legislatura, y estoy convencido de que va a haber Gobierno de coalición para muchos años”, apunta Fernández con un optimismo desbocado. Según su prisma, “si Podemos fuera la primera fuerza, ya habría regularización del precio de los alquileres y una empresa pública de la energía que permitiera bajar el precio de la luz, la derogación de la ley mordaza ya se habría conseguido, la reforma laboral ya estaría, se estarían acometiendo medidas contra el cambio climático y se estarían poniendo en marcha medidas sociales”.

“Al servicio” de Sánchez. El Grupo Popular en el Congreso ha presentado una batería de preguntas al Gobierno de Pedro Sánchez relativas al Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), entre ellas, una dirigida al ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, para saber “si continuará permitiendo” que el presidente del organismo, José Félix Tezanos, “ponga las encuestas al servicio del Ejecutivo” con el fin de “lograr un cierto aval de respaldo ciudadano a decisiones polémicas como la subida de impuestos, actuaciones en la pandemia, eutanasia o ingreso mínimo vital, entre otros”. El PP se interesa por si el CIS preguntará por el aumento “desorbitado” de la factura de la luz, o qué opina la ciudadanía de los indultos a los nueve condenados del procés.

“Nuestra apuesta es por la educación pública y no, como sugiere la ministra, por la concertada”

Coportavoz estatal de Unidas Podemos