El Gobierno español ha salido de la torre de marfil a última hora y, tras abrir contactos con sus socios parlamentarios, ha evitado que caigan por el precipicio los decretos que relajan el uso de la mascarilla y que tratan de solucionar el exceso de interinos en la administración pública. Pero se ha dejado por el camino jirones de confianza y un aviso a navegantes por parte del PNV, que comienza a mostrar su hartazgo por el uso sistemático del decreto. Cree que Sánchez se comporta como si tuviera mayoría absoluta, con una política "de hechos consumados". El grupo jeltzale ha decidido no apoyar ambos decretos este miércoles en el Congreso de los Diputados. Ha apostado una "abstención crítica" tras haber arrancado varios compromisos en una negociación que comenzó sobre la bocina, entre la noche del martes y la mañana de este miércoles.

Tiene el compromiso de eliminar, por ejemplo, la disposición adicional tercera que vincula el nombramiento de interinos a que haya plazas vacantes por jubilación, lo que para el PNV era una tasa de reposición encubierta, es decir, una limitación a la hora de ofertar plazas. También se afinarán los tiempos de los procesos de estabilización. En el ámbito de las mascarillas, el Gobierno español no rectifica pero el PNV tampoco quería provocar la caída del texto y volver al escenario anterior, sin ningún tipo de relajación en su uso en entornos naturales. Además, el texto recoge la competencia autonómica en el control del orden público y los permisos en los estadios.

MALESTAR JELTZALE

El grupo de Aitor Esteban se abstuvo pero podría haber sido peor y haber emitido su voto en contra. Ha sido patente en los últimos días el malestar del lehendakari Urkullu con la falta de respuesta del presidente Sánchez. Urkullu ha pedido un marco de seguridad jurídica para que las comunidades puedan aprobar medidas como el toque de queda nocturno ante la ola joven del coronavirus, y ha planteado recuperar el uso obligatorio de la mascarilla en los ámbitos urbanos (ahora solo hay que llevarla si no se garantiza una distancia de metro y medio con otras personas, algo que se ha interpretado de manera laxa en algunos ámbitos sociales). Urkullu planteaba relajar solo el uso en ámbitos naturales sin concurrencia de personas.

La abstención a ambos decretos no es una simple maniobra parlamentaria. La Ejecutiva jeltzale, por boca de su presidente Andoni Ortuzar y de su homóloga vizcaina Itxaso Atutxa en sendas entrevistas, lamentó que "cada día se debe vencer una incomodidad para seguir prestando apoyo al Gobierno de Sánchez", quien se comporta como si tuviera "mayoría absoluta". Ortuzar avisó de que ya "cansa".

PUNTO CLAVE CON LA MASCARILLA

Como prometió el día anterior, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, se subió al estrado para defender el decreto del cubrebocas y no lo retiró a pesar de las peticiones del lehendakari y otros presidentes autonómicos. También del PP, que incluso anunció el voto en contra aunque había dudas por los discursos de algunos presidentes como la madrileña Ayuso. La jeltzale Josune Gorospe propuso a Darias una tercera vía: la necesidad de "adecuarse a la situación epidemiológica" que se menciona en la exposición de motivos del decreto es una percha que permite ser flexibles y adaptar el texto a la incidencia del virus. Dijo que "no hay razones para minorar" el uso de esta protección y pidió "cintura y buen juicio político". También reclamó "empatía" con las dificultades que atraviesan las comunidades autónomas, en referencia al veto de los tribunales al toque de queda en comunidades como la vasca, y rechazó la "judicialización" de la pandemia.

El PNV se decantó por una abstención crítica para pedir "flexibilidad y herramientas" en las comunidades autónomas, y por el "abuso" de la figura del decreto, que impide incluir modificaciones si no es más tarde en la tramitación posterior como proyecto de ley. No obstante, optaron por abstenerse por "responsabilidad" tras los "avances en la negociación". El PNV decidió no apoyar esos dos decretos, pero sí dio su aval a la bajada del IVA de la luz y a las materias relacionadas con el Ministerio de Cultura y Deporte. La abstención se decidió tras unas negociaciones "intensas" y condicionadas "por grandes diferencias con la forma y el fondo" de los dos decretos. No obstante, el PNV ha optado por lanzar esta "muestra de confianza" en que los avances arrancados se reflejen en los textos.

PRUEBAS NO ELIMINATORIAS PARA LOS INTERINOS

Sobre los interinos, se afinarán los plazos que podrían condicionar los procesos selectivos por recursos en la administración, y se eliminará la disposición sobre las plazas que solo se pueden cubrir por jubilación. La ministra Montero pareció lanzar otros guiños en el estrado al asegurar que las pruebas para estabilizarlos no serán eliminatorias, que las comunidades autónomas tendrán cierto margen en el diseño de los procesos selectivos, se respetarán sus competencias y los interinos que lleven diez años en la plaza no tendrán por qué concurrir a las pruebas.

Legarda dijo que no comparte que las únicas vacantes a cubrir "sean las que traigan causa de jubilación cuando puede haber otras causas para cubrir", lo que "encubre una tasa de reposición". Se preguntó también si las indemnizaciones a los interinos por perder la plaza en los exámenes no debieran ser pagadas por el Estado, que lleva imponiendo tasas de reposición desde 1993 que están en el origen del problema. También lamentó que el decreto solo contempla el caso de los que lleven tres años, lo que deja en un limbo al resto.

NEGOCIACIÓN DE LA NOCHE A LA MAÑANA

Fuentes del Grupo vasco consultadas por DEIA dejan constancia de la negociación a contrarreloj. Los contactos se intensificaron en la tarde y noche del martes, y en la mañana de este miércoles se alcanzó un acuerdo. El portavoz del grupo, Aitor Esteban, lideró unas negociaciones de las que se mantuvo informada la Ejecutiva, y donde Mikel Legarda se cruzó papeles sobre los interinos con el número dos de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, quien ha asumido esta competencia antes englobada en Política Territorial y encabezada por Miquel Iceta hasta la remodelación del Ejecutivo. El Gobierno español redobló también contactos con ERC, que dará su voto a favor del decreto de los interinos, y amarró varias abstenciones a este texto y el de las mascarillas. EH Bildu apoyó la relajación en el uso del cubrebocas con el argumento de que la evidencia científica señala que existe poco riesgo en el exterior, pero rechazó el de los interinos.