- María Dolores de Cospedal reconoció ayer en la Audiencia Nacional haber mantenido hasta cuatro reuniones extraoficiales con el excomisario Villarejo en la sede de Génova, con el fin de que éste le desvelase lo que sabía sobre las filtraciones relacionadas con el PP. Dentro de la ronda de interrogatorios del caso Kitchen, la exdirigente de los populares aseguró ante el juez Manuel García-Castellón “desconocer por completo” cualquier circunstancia relacionada con la operación que investiga el espionaje parapolicial que se habría organizado desde el Ministerio del Interior contra el extesorero del PP Luis Bárcenas, en busca de documentos que podrían comprometer a la formación y sus dirigentes para evitar que llegaran a la justicia.

Cospedal admitió ante el juez que se reunió con Villarejo en tres o cuatro ocasiones en la sede de Génova, la primera junto a su marido, Ignacio López del Hierro, que fue quien se lo presentó en 2009 y que declarará hoy ante García-Castellón. Todas estas citas fueron de carácter extraoficial, ya que no constaban en su agenda pública, una información que la exdirigente del PP afirmó desconocer.

Además, aseguró que mediante estas reuniones tenía el objetivo de conocer la información que el excomisario poseía sobre las filtraciones a la prensa relacionadas con su partido. Asimismo, declaró que Villarejo no desarrolló “ningún trabajo o servicio” para el PP “de ninguna naturaleza”, desmarcándose así del presunto espionaje a Barcenas. En concreto, se desvinculó de una anotación realizada por el excomisario en sus agendas personales en noviembre de 2013, meses después de que -de acuerdo con la instrucción- ya hubiera comenzado laKitchen, en la que escribió: Cospe muy preocupada 5 pagos 200. Sugería con ello la existencia de una contraprestación económica por sus servicios.

El juez García-Castellón imputó a Cospedal y su marido después de conocer las agendas incautadas a Villarejo el pasado octubre, que tuvieron una intervención “decisiva” para captar al chofer de los Bárcenas, Sergio Ríos -también investigado- como espía de la Kitchen.

Durante su declaración, Cospedal volvió a poner en duda la credibilidad de Bárcenas, a quien le reprochó que haya dado numerosas versiones sobre las informaciones que poseía, y señaló que siempre le llamó la atención que, en lugar de investigar los 47 millones que se le descubrieron en Suiza, las pesquisas se centren en una presunta contabilidad opaca que ella atribuye al extesorero y no al partido.

Asimismo, llamó “falaz” a Bárcenas, asegurando que lo que declaró en esta pieza separada es “todo mentira”, y que las supuestas grabaciones que hizo a Rajoy y al exdirigente del partido Javier Arenas hablando de la supuesta caja B del PP son una invención. La exdirigente del Partido Popular dijo que ella responde únicamente por su partido, al garantizar que el PP no tenía interés en los papeles de Bárcenas, aunque recalcó que no puede responder por el Ministerio del Interior, ya que los asuntos policiales no tenían nada que ver con su cometido.

En cuanto al exministro del Interior, Cospedal describió a Jorge Fernández Díaz como un hombre que ha sido tratado “injustamente”, expresando su aprecio personal por él. En esos años, la relación entre ambos era de “compañeros de partido”, confesó. Precisamente Fernández Díaz fue señalado por el inspector de la Gürtel Antonio Morocho como responsable de intentar apartarle de la investigación del caso mediante el exjefe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) José Luís Olivera, que fue interrogado el pasado lunes por el juez de la Audiencia Nacional.

En su declaración, Olivera aseguró que él en ningún momento ejerció presión sobre el inspector para intentar apartarlo de la investigación del caso. Según García-Castellón, su declaración contradijo las palabras de Morocho, las agendas de Villarejo, las grabaciones de conversaciones entre él y el excomisario, y el escrito plasmado por la Fiscalía Anticorrupción donde se afirma que el exjefe de la UDEF estaba al tanto de la operaciónKitchen y de su “carácter manifiestamente ilícito”.

Presunción de inocencia. La portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Cuca Gamarra, evitó ayer pronunciarse sobre la declaración de Cospedal como imputada en la operación Kitchen y defendió su presunción de inocencia: “Desde el PP nos mantenemos al margen, respetando el trabajo que hacen los jueces y la presunción de inocencia que tienen todos aquellos que comparecen en sede judicial”, declaró.

Ejemplaridad. Antes de la declaración de Cospedal ante el juez, el vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Montesinos, aseguró que su formación respetará la decisión judicial y subrayó que el presidente del partido, Pablo Casado, ya expresó con una “claridad absoluta” su compromiso con “la ejemplaridad”. “Cuando al PP no le gusta una decisión judicial lo que hace es respetar los procedimientos judiciales”, concluyó Montesinos.