Los estados del mundo están realizando movimientos para acordar una nueva fiscalidad, sobre todo, para las empresas multinacionales que tienen un fuerte componente digital en su negocio, como Amazon o Google. El Gobierno vasco está de acuerdo con los principios que se están acordando, pero no oculta que tiene una espina clavada: lo mucho que le pesa no poder estar presente con voz propia en foros de debate como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, la OCDE.

El consejero de Hacienda, Pedro Azpiazu, ha recordado este viernes en el Parlamento Vasco que el régimen tributario del Concierto Económico es un sistema con autonomía reconocida por el propio Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Las haciendas vascas ya tienen presencia en los grupos de trabajo del Ecofin, pero no es una presencia directa, sino entre bambalinas en las reuniones preparatorias de los informes, no en el pleno que reúne a los ministros de Hacienda de los países de la Unión Europea.

Azpiazu puso en evidencia "las dificultades que supone para Euskadi no poder participar de una forma directa" en los ámbitos de decisión, y reclamó que las instituciones vascas puedan tomar parte en "aquellos otros foros como la OCDE donde en los últimos años se ha intensificado el debate fiscal" sobre estas nuevas figuras.

QUE PAGUEN DONDE GENEREN NEGOCIO

Azpiazu se expresó en esa clave en respuesta a una pregunta de Leire Pinedo, de EH Bildu, en el Parlamento Vasco. Le preguntaba qué medidas va a adoptar el Ejecutivo vasco para alinear la política fiscal de la comunidad autónoma con la nueva estrategia que está en marcha en Europa y a nivel mundial. Azpiazu explicó que, entre todos los trabajos de los que hace seguimiento Euskadi, parece que finalmente hay uno que puede lograr los consensos necesarios para ver la luz: "la tributación de la economía digital en el ámbito de la OCDE".

El objetivo sería garantizar que "las empresas multinacionales con un fuerte componente digital u orientadas al consumidor paguen impuestos en el lugar en el que operan de manera sostenida y significativa, aunque no tengan presencia física", y se establecería un impuesto mínimo mundial. En ese contexto, la semana pasada llegaba el acuerdo en el G7. Azpiazu observa todos estos movimientos con sintonía, pero con la insatisfacción que supone no poder participar.

"Desde el Gobierno vasco, compartimos con estos organismos internacionales que la forma de actuar de esas multinacionales, sobre todo del ámbito tecnológico, no es sostenible, ni política ni económicamente, y que, por lo tanto, deben tributar su parte correspondiente de impuestos allí donde generan valor, también en Euskadi, por supuesto. Que los gobiernos hayan elegido la coordinación en vez de la competición en la fiscalidad de las grandes multinacionales creemos que es bueno", dijo.

CONCIERTO ECONÓMICO

Sobre la presencia vasca, añadió que "no podemos negar las dificultades que supone para Euskadi no poder participar de una forma directa en esos ámbitos de decisión". "El régimen tributario y financiero del Concierto Económico es un sistema fiscal integral, no solo conocido, sino también avalado en sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea como un sistema fiscal con autonomía financiera", aclaró.

"Sin embargo, y a pesar de que el acuerdo de la Comisión Mixta del Concierto Económico de 2010" sobre los grupos del Ecofin supuso un avance, "no es suficiente". Ha planteado en la Comisión Mixta participar "en aquellos otros foros internacionales" que han tratado la fiscalidad, como la OCDE.