- Carles Puigdemont no volverá de momento al Estado español pero pide a las instituciones europeas que obliguen a Madrid a acatar las decisiones de la UE. Así se pronunció ayer el expresident en el exilio en una comparecencia donde pidió al Parlamento Europeo que no presente alegaciones contra la decisión de del Tribunal General de la Unión Europea de otorgarles provisionalmente la inmunidad parlamentaria, tanto a él como a los exconsellers Toni Comín y Clara Ponsatí. "Protegiendo nuestros derechos políticos el Parlamento Europeo sale reforzado. Por eso pensamos que lo lícito es que el Parlamento no se oponga a esta decisión", señaló el líder de Junts, mientras su abogado Gonzalo Boye cree que la decisión judicial avala que su defendido pueda entrar y moverse "libremente" por España y por el resto de países de la UE. No obstante, el letrado recomienda a Puigdemont no viajar a Catalunya porque está convencido de que el Estado español no aplicará esa interpretación.

El expresident tiene claro además que él no debe participar en la mesa de diálogo por que él no forma parte del Govern. "Es una mesa entre dos gobiernos. Yo no estoy en el gobierno catalán y tampoco tutelo al Govern, yo ni tengo ganas de querer tutelar ni que mi gesto se interprete como una tutela al president Aragonès", aseveró Puigdemont, quien expresó su desconfianza en que Pedro Sánchez afronte este foro con voluntad de resolver el conflicto: "Ellos sabrán si se queda como siempre en una declaración retórica o tiene el coraje que siempre les hemos reclamado y nunca han tenido de hacer propuestas políticas disruptivas y transformadoras de verdad. Me temo que este coraje no lo tienen". Preguntado sobre los indultos y la reforma del delito de sedición, Puigdemont criticó que se hable mucho de ello desde hace tiempo pero que no se haya demostrado con hechos: "Todo el mundo habla pero nadie ha visto nada".

Moncloa tampoco ve sentado en esa mesa a Oriol Junqueras. La vicepresidenta primera del Gobierno español, Carmen Calvo, dio por hecho que el líder de ERC no estará en la reanudación de esos trabajos al dejar claro que se trata de "una mesa de gobiernos" para el diálogo institucional entre el Ejecutivo y la Generalitat. "Así nos lo planteamos en su momento y así consideramos que tendrá que continuar", zanjó. "Se trata de tener relaciones institucionales para sacar a Catalunya de una década de deterioro y frustración muy importante", cerró.

"No vemos a Junqueras sentado en la mesa de diálogo porque es una mesa entre gobiernos"

Vicepresidenta primera del Gobierno