- El Foro Social Permanente anunció ayer que presentará en octubre un documento de bases para la “construcción de la convivencia democrática” tras llevar a cabo en septiembre una “ronda de contraste” sobre el mismo. Además, ampliará hasta el 15 de julio el plazo para recibir aportaciones y seguirá organizando espacios públicos y privados para recoger reflexiones y alimentando “el proceso del compromiso social”.

El Palacio Miramar de Donostia acogió ayer un acto con motivo de la conmemoración del Día Internacional de la Convivencia en Paz, en el que se rindió homenaje al recientemente fallecido Mixel Berhokoirigoin, miembro de los autodenominados Artesanos de la paz.

El portavoz del Foro Social Eneko Calle recordó que el 17 de octubre presentaron el proceso participativo con el fin de “lograr una cultura democrática plena de respeto de todos los derechos civiles, políticos y sociales de todas las personas; trasmitir a las nuevas generaciones una cultura del diálogo y de no violencia como instrumento único en el siglo XXI para resolver los conflictos; y reflexionar sobre la convivencia democrática”.

Según indicó, durante estos seis meses se ha puesto en marcha, en el marco de ese proceso, una ronda de reuniones con las entidades que forman parte del Foro Social Permanente; encuentros con entidades y agentes sociales que no forman parte del Foro Social Permanente; y un buzón abierto en la página web del Foro Social para que “cualquier ciudadano pueda hacer su aportación, enriqueciendo así el documento”.

Los también portavoces del Foro Social Permanente Aitzpea Leizaola y Mikel Casado dieron cuenta, por su parte, a las conclusiones a las que han llegado. Así, destacaron que “la construcción de la convivencia, y más aún de una convivencia democrática, es un proceso sin fin, que, aunque consista en unos principios insoslayables, debe alimentarse y nutrirse permanentemente desde los diferentes sectores de la sociedad, y que está condicionada, pero también sugerida, a por la experiencia, por los contextos políticos, sociales, económicos y culturales en los que cohabitamos los seres humanos”. ’Además, señalaron que “hay apertura para el diálogo sincero”, aunque “hoy en día no todas las personas pueden hablar libremente sobre lo acontecido en este país” y “existe el acuerdo general en que en una sociedad diversa coexistirán relatos diferentes leídos desde múltiples sensibilidades”.