- Es habitual que los partidos esquiven las preguntas sobre los pactos antes de las elecciones casi por superstición, en el convencimiento de que van a perder votos por uno u otro flanco. En ese contexto, las miradas se han posado en los últimos días en el PSC en puertas de las elecciones catalanas, que en principio se celebrarán el 14 de febrero si no se decide un aplazamiento por el coronavirus. El efecto Illa tiene tirón y ya hay encuestas que otorgan al ministro socialista una victoria en las urnas. En ese contexto, crecen las voces que agitan los pactos que podría firmar el PSC. El líder de los socialistas catalanes, Miquel Iceta, aseguró en una entrevista hecha pública ayer por Efe que Illa no contempla una alianza “directa ni indirecta” con ERC porque los republicanos tienen la convocatoria de un referéndum de independencia como objetivo de legislatura. “No nos planteamos gobernar con ERC”, zanjó.

Admitir que el PSC va a trasladar a Catalunya la dinámica de colaboración que ya tiene el PSOE con los republicanos en el Congreso de los Diputados daría munición a C’s, un proyecto prácticamente moribundo. En paralelo, ERC se presenta como alternativa frente a la “sociovergencia”, la alternancia en el poder del PSC y JxCat. No quiso agitar el espantajo de que PSC y JxCat vayan a alcanzar un acuerdo, pero en algunos ámbitos se especula con ello, aunque no parece la opción más probable. Los de Puigdemont defienden una estrategia más purista y de ruptura total con el Estado, y no han acordado los Presupuestos de Sánchez. Pero algunas voces dicen que JxCat podría ver este pacto como un mal menor si se trata de echar a ERC del Govern tras haber tenido sus más y sus menos en el Ejecutivo de coalición. Se trataría de emular la experiencia de la Diputación de Barcelona.

Iceta respondió a Efe a los que alertan de un nuevo tripartito que en esta ocasión encarnarían el PSC, ERC y los comunes. El secretario de los socialistas catalanes aclaró que fórmulas similares fueron posibles en el pasado porque ERC no incluía la independencia “en el menú”. “Si alguien dice que en los próximos cuatro años tenemos que hacer la independencia, pues nosotros no estamos de acuerdo. Si dicen que en los próximos cuatro años tenemos que hacer un referéndum sobre la independencia para que quede claro que estamos divididos, pues no estamos de acuerdo”, repitió. La opción de que el PSC y ERC alcancen algún tipo de acuerdo tras las elecciones es una opción verosímil. Que el ministro Illa haya sido designado como candidato a la Generalitat refuerza en cierto modo la idea de que la acción en el Congreso y en el Parlament pueden ser vasos comunicantes, aunque sobre todo ha sido un intento de plantear un revulsivo que ilusione al PSC. El movimiento ha hecho daño a C’s, ya de por sí tocado, y trata de salvar los muebles avivando la hipótesis del pacto PSC-ERC y la posibilidad de que se reactive el procés.

El candidato de ERC a la presidencia de la Generalitat, Pere Aragonès, dijo ayer que las elecciones son “una oportunidad para romper con el bipartidismo sociovergente de los últimos 40 años”. En ese sentido, criticó que el PSC y JxCat rechazaran en el pleno de la Diputación de Barcelona censurar a la presidenta Núria Marín. “La alternancia sociovergente en las principales instituciones del país demasiadas veces, en muchos casos, acaba provocando este taparse las vergüenzas”, dijo. Propuso a ERC para lograr “una Catalunya libre, justa y limpia de corrupción”.