- El futuro de la monarquía en el Estado español volvió a copar ayer la actualidad en una jornada en la que el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, hizo balance del año gubernamental y en la que también el lehendakari Iñigo Urkullu fue cuestionado sobre la jefatura de Estado. Ambos mandatarios evidenciaron planteamientos muy dispares: mientras que Urkullu abogó abiertamente por un referéndum sobre la Casa Real, Sánchez alejó la posibilidad de dar forma a una Ley de la Corona y se fía de las buenas intenciones de Felipe VI para la renovación de la institución real.

Tras la comparecencia relativa al Programa de Recuperación y Resiliencia Euskadi Next, el lehendakari fue preguntado por el futuro de la monarquía española y, a este respecto, defendió la necesidad de celebrar un “referéndum generacional” para despejar de una vez por todas la pervivencia de la actual jefatura de Estado. Iñigo Urkullu ya dejó entrever su posicionamiento hace dos semanas, pero ayer fue todavía más claro a la hora de pedir una consulta en la que la ciudadanía se pueda pronunciar, y legitimar o no a Felipe VI.

En la misma línea, el jefe del Ejecutivo vasco añadió que el problema del actual rey no es “de discurso”, sino de “legitimación” de una institución muy dañada tras los sucesivos escándalos y la publicación del sinfín de irregularidades de Juan Carlos I. “En este sentido, yo vengo abogando por la necesaria reflexión de la institución de la monarquía, en su caso, atendiendo a las circunstancias de su existencia en esta etapa democrática que han caracterizado a la propia institución de la monarquía”, explicó Urkullu, circunstancias entre las que citó la inviolabilidad de la figura del monarca, la necesidad de la transparencia y el control de la institución por parte del Gobierno.

Por todo ello, el lehendakari ve como solución la celebración de una consulta en la que los ciudadanos puedan pronunciarse sobre la jefatura de Estado. Sería, en opinión de Urkullu, un “referéndum generacional” para la pervivencia de la institución, “en el caso de que una mayoría de la población así lo decidiera”. De esta forma, considera que, si se sometiera a Felipe VI a esa consulta y la mayoría apostara por su continuidad, “la monarquía parlamentaria actual en el Estado español estaría mucho más legitimada que lo que está actualmente”.

En cualquier caso, avanzar hacia ese escenario propuesto por el lehendakari no está en los planes del Gobierno español, o por lo menos en los de Pedro Sánchez y los ministros socialistas. Es más, el presidente del Ejecutivo descartó ayer la posibilidad de una Ley de la Corona para someter al jefe de Estado a un mayor control democrático. A Sánchez le vale con el propósito de enmienda que a su juicio ha mostrado este último año Felipe VI al haberse desmarcado de las actividades irregulares de su padre, y rechaza legislar sobre la monarquía.

A juicio del líder socialista, el rey Felipe cuenta ya con una “hoja de ruta” para mejorar la “transparencia, ejemplaridad y rendición de cuentas” de la monarquía, estrategia para la que cuenta con el respaldo del Ejecutivo español. Así, Pedro Sánchez da por buenos los tímidos intentos de renovación del actual jefe de Estado y asegura que la institución se convertirá en “una monarquía parlamentaria constitucional adecuada a la España del siglo XXI”.

En cualquier caso, el jefe del Ejecutivo no ve necesario en este momento convertir en ley el papel del monarca. “Paso a paso”, se limitó a decir sobre una Ley de la Corona que no entra en sus planes en un futuro próximo. Y es que para Sánchez es suficiente con la palabra de un Felipe VI que a su entender realizó en Nochebuena una comparecencia “valiente” en la que “marcó claramente cuál es rumbo hacia el cual quiere dirigir” la corona y la jefatura del Estado. “Esa renovación tiene que estar vinculada con la transparencia, la rendición de cuentas y la ejemplaridad”, añadió el presidente español.

Pedro Sánchez cree que esa es la línea en la que ya avanza el actual monarca desde el inicio de su reinado, por lo que el Gobierno “respeta y está de acuerdo” con sus actuaciones. “Contará con el apoyo y aplauso del Ejecutivo para seguir con esa tarea de renovación que empezó cuando obtuvo la jefatura del Estado”, insistió el presidente, que en ningún caso dio detalles sobre las medidas concretas que podrían adoptarse por parte de Zarzuela o del Ejecutivo, pero reiteró que la Casa Real continuará con el “ánimo de renovación” que cree que ha demostrado “con hechos” Felipe VI.

Quien sí se mostró favorable a convertir en ley orgánica el papel del rey fue el presidente del PP, Pablo Casado, siempre que esta norma sirviera para reforzar y blindar la monarquía en el Estado español. Tras defender la labor “impecable” y el “reinado ejemplar” de Felipe VI, Casado recalcó que cualquier reforma de este tipo “solo se puede llevar a cabo si hay un gran acuerdo” entre el PP y el PSOE.

“El Gobierno contará con el apoyo del PP para cualquier medida que refuerce al jefe del Estado y refuerce a la Monarquía como la forma que todos los españoles eligieron en referéndum para articular el Estado”, aseguró Casado, que aprovechó también para criticar los “ataques” de los ministros de Unidas Podemos a Felipe VI.

“El problema actual de Felipe VI no es de discurso, sino de legitimación”

Lehendakari

“Cualquier reforma solo se podría llevar a cabo con un gran acuerdo entre el PP y el PSOE”

Presidente del PP