- Manu Ayerdi se enfrenta a un escenario judicial complejo, en el que los plazos tendrán su importancia y condicionarán en qué instancia continúa el proceso. Si su dimisión llega antes de que se abra juicio oral, el caso viajará a la Audiencia de Navarra. En caso contrario, continuará en el Supremo, la instancia que el lunes confirmó que asumía la denuncia presentada por UPN a cuenta de los préstamos concedidos por Sodena a Davalor.

Como miembro del Gobierno de Navarra, al que entró como vicepresidente en 2015 y en el que continúa como consejero desde 2019, Manu Ayerdi posee la condición de aforado. Esto supone que su caso corresponde al Tribunal Supremo.

Ayerdi, sin embargo, puede renunciar a su condición de aforado para que el caso sea investigado en Pamplona. Lo asumiría entonces a un juzgado ordinario al no poseer Ayerdi la condición de parlamentario.

Antes de ello, sin embargo, el juez instructor del Supremo puede declarar un auto de procedimiento abreviado, con el que terminar de reunir los indicios, y puede citar a declarar al consejero. Se daría así la circunstancia de que Ayerdi podría declarar en el Supremo y que su asunto sea juzgado posteriormente en Navarra.

La decisión tiene su miga, sobre todo porque, de mantenerse en el Supremo, Ayerdi podría ahorrarse un peregrinaje judicial de sentencias y recursos, al que podría verse abocado en caso de que los jueces entiendan que hay indicios de delito y el asunto acabe efectivamente en juicio.