- La Fundación Zagatka, la sociedad que presuntamente utilizó Juan Carlos I para ocultar el cobro de comisiones ilegales durante casi dos décadas, recibió en diciembre de 2008 una transferencia de origen desconocido de 5,5 millones de euros. Otros cuatro ingresos de 250.000 euros cada uno entraron semanas antes en la mercantil sin aclarar tampoco su procedencia, según El Confidencial. El dinero quedó depositado en una de las ocho cuentas que llegó a tener Zagatka en Credit Suisse y fue empleado en los años siguientes para pagar vuelos privados y otros gastos del Rey emérito, según recogen varios documentos de la entidad financiera a los que ha tenido acceso el citado medio digital. Pese al volumen de estas cinco entradas de capital, que no habían trascendido hasta ahora, Credit Suisse no efectuó indagaciones para identificar a sus autores ni dio la voz de alarma, aunque en 2015 terminó invitando a la supuesta firma instrumental de Juan Carlos I a cambiar de banco. A partir ese ejercicio, la sociedad, constituida en Liechtenstein en 2003 por un primo del monarca, Álvaro de Orleans-Borbón, y administrada por este desde entonces, pasó a trabajar exclusivamente con otra entidad con sede en Ginebra, Lombard Odier.

Por otra parte, la examante del rey Corinna Larsen aseguró en una de sus conversaciones con el excomisario Villarejo que tiene constancia de que a Juan Carlos lo han estado medicando con hormonas femeninas “para quitarle la fuerza”. “Le han quitado todo, ni podía estar con una mujer ni nada (...). Y claro, se ha puesto en una depresión horrible, y después, pues mejor, mejor manipular la persona”, cuenta en un momento dado Corinna al comisario, a quien explica que no se trata de una mera suposición suya sino que estas prácticas las ha detectado un médico francés, según publica eldiario.es. La empresaria alemana sostiene además en esa misma charla que al rey le han estado proporcionando una cantidad excesiva de somníferos desde que fue operado del tumor en 2011 -cuando aún ejercía la Jefatura del Estado que no dejó hasta su abdicación en 2014- pero no atribuye a nadie en concreto esas prácticas, aunque en varias ocasiones se refiere a que era el entorno del emérito el que lo quería tener controlado.

Apunta así a Félix Sanz Roldán, exdirector del CNI, a quien sitúa constantemente detrás de las acciones para que Juan Carlos y ella rompieran su relación en un momento en el que el rey emérito habría comunicado a algunos de sus íntimos su intención de separarse para emprender una nueva vida con su amante tras la abdicación.