- Sustituto de Miquel Buch, fulminado por el expresident Quim Torra tras mantener serias discrepancias por las actuaciones de los Mossos d’Esquadra en diversos disturbios protagonizados por manifestantes independentistas, el nuevo conseller de Interior de la Generalitat, Miquel Sàmper, aseguró ayer que no fue presionado para restituir al major Josep Lluís Trapero al frente de la policía catalana. “Las decisiones las tomo yo. Eso sí, después de trabajar con mi equipo”, señaló en referencia a la vuelta de Trapero a su puesto de mando tras ser absuelto por la Audiencia Nacional por los delitos de sedición y desobediencia.

Sàmper negó que hubiera recibido presiones para recuperar la figura de Trapero. De hecho, marcó perfil propio frente a su predecesor y algunos de los más estrechos colaboradores de Buch. En una entrevista en El Periódico incidió, en referencia a unas palabras en sede judicial del major de los Mossos sobre una hipotética detención del expresident Carles Puigdemont: “No me interesa saber si es cierto o una estrategia”. “Y quiero hacer borrón y cuenta nueva. Creo que el país lo necesita”, evidenció, para así poder abrir una nueva etapa al frente de la policía catalana, alejada además de las imágenes más impactantes del referéndum del 1-O. De la misma forma, aseguró haberse leído todos los discursos de Trapero antes de restituirlo, porque no quería ofrecerle el cargo a una persona que tuviera ideas incompatibles con las suyas.

Las ideas de Trapero concuerdan con las de Sàmper, y por ello este último decidió recuperarlo. Ambos manejan una interpretación de la policía moderna y progresista, en sus palabras, y resaltó su “autocrítica y capacidad para pedir perdón”. Así, tiene la esperanza de que el restituido major continúe en el cargo mucho tiempo más porque tener “tantos jefes en tan poco tiempo no es bueno”. Asimismo, se mostró crítico con el uso político que, a su juicio, los partidos catalanes han hecho de las actuaciones de los Mossos. Sàmper lanzó además un capote a los Mossos, cuya imagen se vio empañada tanto a nivel estatal, por su supuesta inacción durante algunos de los disturbios que han rodeado el procés independentista, como a nivel de Catalunya, donde les han llovido las críticas por el excesivo empleo de la fuerza en ocasiones. Se comprometió a que de cara al futuro no se permita “la violencia gratuita, aunque en la situación actual la reivindicación de las personas que no pueden llegar a final de mes tiene que saber interpretarse”.

La llegada de Sàmper a la consellería de Interior y la restitución de Trapero tampoco habría tenido impacto negativo alguno en las relaciones de los Mossos con otros cuerpos policiales, como la Guardia Civil. Esa es al menos la impresión del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. “No hay ningún malestar en la Guardia Civil” por la sentencia de la Audiencia Nacional que absolvió a Trapero. “Una sentencia se conforma con base en una prueba y el tribunal ha llegado a una conclusión”, puntualizó. “No hay ningún malestar”, se reafirmó; así como tampoco las habría tras la vuelta del major Trapero. Grande-Marlaska subrayó en La Vanguardia la importancia de la cooperación entre los cuerpos de seguridad autonómicos y estatales: “Hemos profundizado de una forma clara y determinante, y se mantendrá”, según manifestó.

“Las decisiones las tomo yo. Eso sí, después de trabajar con mi equipo”

Conseller de Interio de la Generalitat

“No hay ningún malestar en la Guardia Civil por el contenido de la sentencia del 1-O”

Ministro del Interior