- Begoña Urroz, hermana de la niña del mismo nombre asesinada en 1960 con tan solo 20 meses por un atentado con bomba perpetrado por el Directorio Revolucionario Ibérico de Liberación (DRIL) en Donostia, se mostró ayer convencida de que “el perdón y el duelo son posibles”. Familiares y allegados de la víctima participaron en el acto de homenaje organizado por el Consistorio donostiarra en el que se instaló una placa en memoria de la pequeña en el lugar en el que perdió la vida.

La estación de EuskoTren de Amara tiene desde ayer en el suelo de su acceso principal una placa con el nombre de esta niña, que murió a causa de las heridas sufridas en el atentado ocurrido el 27 de junio de 1960, que fue atribuido a ETA, aunque una reciente investigación concluyó que fue obra del grupo antifranquista y antisalazarista DRIL.

El alcalde de Donostia, Eneko Goia, acompañado por representantes de los grupos municipales de PNV, PSE y PP, participó en este sencillo acto al que no acudió EH Bildu. La coalición abertzale explicó en un comunicado que no asistió por su desacuerdo con el proceso de reconocimiento a las víctimas impulsado por el Ayuntamiento de Donostia que culmina con estos “actos públicos”. No obstante, la portavoz de EH Bildu, Reyes Karrere, sí estuvo presente en la recepción a la familia celebrada previamente en el Consistorio para transmitirle su “más absoluta cercanía por la tragedia que vivieron”.

Begoña Urroz Ibarrola se convierte así en la séptima víctima en ser recordada con una placa en Donostia en el marco de esta iniciativa. Su hermana expresó su “emoción” con este gesto “tan bonito” del Ayuntamiento.