- El instructor de la causa abierta en el Tribunal Supremo contra el magistrado del Tribunal Constitucional Fernando Valdés por presunto maltrato a su esposa ha concluido la instrucción sobre este asunto y ha encontrado indicios de delito en su actuación, por lo que propone a la Sala que sea juzgado. Lo ha hecho en un auto de transformación en procedimiento abreviado (equivalente al procesamiento) en el que ve indicios de criminalidad contra Valdés, detenido el 11 de agosto después de que testigos alertasen a unos agentes de una fuerte discusión con su mujer en su domicilio de Majadahonda (Madrid).

Esta decisión llega después de que él y su mujer negasen la semana pasada cualquier agresión física o psíquica, una tesis que también sostuvo ayer su hija, quien ante el juez exculpó a su padre y rechazó que hubiese maltrato. Pero no lo entiende así el magistrado instructor, que en su auto da traslado a la Fiscalía para que en el plazo de diez días informe sobre si solicita la apertura de juicio oral formulando escrito de acusación o el sobreseimiento de la causa contra Valdés.

Se da la circunstancia de que este padece una grave enfermedad, por la que recientemente estuvo ingresado durante unos días mientras se tramitaba su causa. El instructor le procesa por un delito del artículo 153 del Código Penal, que castiga con seis meses a un año de prisión o trabajos a la comunidad a quien “por cualquier medio causare a otro menoscabo psíquico” o una lesión, o “golpeare o maltratare de obra a otro sin causarle lesión, cuando la ofendida sea o haya sido esposa, o mujer que esté o haya estado ligada a él por una análoga relación de afectividad aun sin convivencia”. La pena se elevaría si el delito tiene lugar en el domicilio común.

En los hechos del auto se recoge que, en la tarde del pasado 10 de agosto, el magistrado mantuvo una discusión con su esposa, y al percibir que los gritos eran oídos por personas que estaban en un parque público cercano a su vivienda, introdujo a la mujer de forma violenta al interior de la casa, donde siguió la discusión. “Desde el exterior, los viandantes percibieron movimientos bruscos y golpes, que determinaron una lesión, no diagnosticada, en el dorso de la mano derecha de la mujer”, añade el instructor. Según la Guardia Civil, cuando Valdés les abrió la puerta estaba visiblemente nervioso, algo que la familia achaca a su medicación.