- La Comunidad de Madrid restringirá a partir del lunes la movilidad en las 37 áreas sanitarias de la región más afectadas por el coronavirus, la mayoría al sur y cuyos habitantes solo podrán desplazarse a otros lugares para ir a trabajar y cumplir obligaciones legales o educativas. Las restricciones afectarán a 855.193 personas de estas áreas, el 13% de la población, donde se limitarán además las reuniones de diez a seis personas, se adelantará a las 22.00 horas el cierre de locales comerciales y de ocio y se reducirán los aforos al 50%.

“Hay que evitar el estado de alarma pero sobre todo el confinamiento, el confinamiento es el desastre económico y hay que evitarlo por todos los medios”, afirmó la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, en una rueda de prensa en la que avanzó que la semana que viene se harán un millón de test para controlar el avance del virus. Según explicó el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, las 37 zonas son áreas básicas de salud que en los últimos 14 días presentan una incidencia acumulada de más de 1.000 casos por cada 100.000 habitantes.

En concreto, son 26 zonas de los distritos de Carabanchel, Usera, Villaverde, Villa de Vallecas, Puente de Vallecas y Ciudad Lineal y 11 zonas de los municipios de Fuenlabrada, Humanes, Moraleja de Enmedio, Parla, Getafe, San Sebastián de los Reyes y Alcobendas. Estas medidas “excepcionales”, aseveró Escudero, tendrán una vigencia de 14 días a partir del lunes, que se podrán prorrogar “si así lo requiere la situación epidemiológica”.

Los habitantes de estas zonas tendrán prohibida la entrada y salida de personas salvo cuestiones básicas como asistencia a centros sanitarios, obligaciones laborales, asistencia a centros docentes y educativos, retorno a la residencia habitual, cuidado de mayores, dependientes y personas con discapacidades. La circulación de los residentes estará permitida, aunque se desaconsejan los desplazamientos y actividades “no imprescindibles”. También se realizarán un millón de test rápidos de antígenos en una semana a todos los vecinos de este área.

Ayuso defendió además la necesidad de cerrar parques en las zonas restringidas para evitar “concentraciones vecinales”, ya que en estos espacios “no hay ningún tipo de control en ese sentido”. “Es una manera de garantizar durante unos días que en estas zonas prioritarias no hay concentraciones vecinales”, insistió. En estas zonas se limitará a un máximo de seis personas las reuniones tanto públicas como privadas, sin incluir “actividades laborales ni institucionales”.

Los partidos de la oposición pusieron objeciones a las restricciones anunciadas y el portavoz del PSOE en la Asamblea de Madrid, Ángel Gabilondo, subrayó que deben ir acompañadas de medidas sanitarias y sociales como la contratación de rastreadores y el refuerzo de los centros de salud. La portavoz de Unidas Podemos-IU, Isa Serra, opinó que “estas medidas no van a ser efectivas” porque los vecinos del sur trabajan en el centro de la capital y “cogen el metro a reventar”, y el líder de Más País, Iñigo Errejón, las definió como “segregación de clase ineficaz e injusta”.