El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha asegurado que el nuevo Gobierno Vasco ofrecerá diálogo y voluntad de acuerdo a otras instituciones, a los partidos y a la sociedad para "volver a poner en marcha Euskadi" tras la crisis generada por la pandemia de covid-19.

Este el compromiso expresado por Urkullu en el discurso que ha pronunciado este martes en el Palacio de Ajuria Enea de Vitoria tras presidir la toma de posesión de los once consejeros del nuevo Ejecutivo de coalición entre nacionalistas y socialistas, que gozará de mayoría absoluta en el Parlamento Vasco.

"Nuestra responsabilidad y determinación es sumar fuerzas para avanzar y garantizar un nuevo futuro para Euskadi. Es escuchar, atender y sumar para responder mejor a las necesidades, demandas y deseos de la sociedad vasca", ha expuesto el lehendakari.

Ha reconocido que los años venideros no serán fáciles, pero que su gabinete tiene "claro el punto de destino" y es "optimista" a pesar de las circunstancias: "Ya sabemos lo que es levantarse una y otra vez", ha recalcado.

"Nuestra mano está tendida para responder a las emergencias del momento, garantizar los servicios esenciales, impulsar la reactivación económica y ayudar a generar oportunidades de empleo. Mano tendida para actualizar y fortalecer el autogobierno vasco", ha asegurado Urkullu ante los consejeros de su nuevo Gobierno, los integrantes de la Mesa del Parlamento y el presidente del PNV, Andoni Ortuzar.

Urkullu ha dedicado sus primeras palabras a agradecer su trabajo a los cinco consejeros que salen del Gobierno, Cristina Uriarte, Nekane Murga, Estefanía Bletrán de Heredia, Sonia Pérez y María Jesús San José, y se ha acordado también de los que dejaron el cargo antes de que acabara la lesgilatura: Jon Darpón y Alfredo Retortillo.

A los nuevos integrantes del Ejecutivo les ha alertado de las "dificultades" de esta "nueva etapa", en la que será necesario tener un comportamiento "modélico", "aunar fuerzas" y escuchar y estar cerca de la sociedad. "Demos respuesta a los retos de hoy y construyamos un futuro mejor" con oportunidades para todos y sin dejar a nadie atrás, ha emplazado.

Como ya hiciera en el pleno de la semana pasada en el que fue reelegido para un tercer mandato, el lehendakari ha puesto en valor el acuerdo de gobierno PNV-PSE, un pacto "fuerte" que "garantiza estabilidad y capacidad", con carácter abierto y cuyos contenidos se ha comprometido a cumplir "uno a uno".

Ha marcado tres prioridades para el Gobierno de esta XII legislatura: diseñar el calendario legislativo y las directrices económicas sobre las que elaborar los presupuestos; hacer frente a la pandemia reforzando el sistema sanitario, educativo y los servicios sociales; y encarar la recuperación económica de Euskadi.

Junto a esas prioridades se ha referido a cuatro retos: la transición sanitaria y la curva demográfica; la transición tecnológica y digital; la transición ecológica y energética, y la actuación y fortalecimiento del autogobierno vasco.

El lehendakari, que inicia su tercer mandato al frente del Gobierno Vasco "con ilusión renovada y un nuevo espíritu", ha subrayado el compromiso de su equipo con "la honestidad, la integridad y la transparencia" y ha prometido una "gestión cercana, realista, responsable, abierta y eficaz".