- "He desobedecido dos veces y no creo que sea la última vez". Quim Torra dejó entrever ayer que está dispuesto a hacer caso omiso de la supuesta inhabilitación que sobre él recaerá el próximo día 17 por parte del Tribunal Supremo, que no será, según el president, quien fije la fecha de las próximas elecciones catalanas. "No espero ninguna decisión que no sea la inhabilitación, pero a mí no me marca el calendario un tribunal español, de ninguna de las formas. Sé lo que haré", esgrimió el Jefe del Govern en TV3. "No digo que esté desobedeciendo una sentencia, lo que le digo es que todo lo que a mí me parece incompatible con mi conciencia y con la defensa a ultranza que he hecho de los derechos fundamentales, en mi condición de president, creo que es mi deber oponerme y me he opuesto", argumentó Torra, que de paso advirtió de que "no podría entender que cualquier partido independentista presente a un candidato" alternativo para comandar la Generalitat, en clara alusión a ERC.

"Yo soy un presidente que lo que quiere es la independencia. Yo he intentado mantener la dignidad de este país y velaré por el prestigio de las instituciones. Y esto pasa por dejar claro delante del mundo la situación que vive Catalunya: a mí se me quiere inhabilitar por la pancarta en defensa de los presos. ¿Cómo es posible?", se preguntó. "¿Qué se inhabilite a un presidente por una pancarta y que en paralelo haya un rey emérito fugado y que el Gobierno no ha dado explicaciones? Y en medio de ese escándalo monumental y monarquía corrupta, estamos trabajando por la pandemia", interpeló el president en referencia a la polémica por la huida de Juan Carlos de Borbón.

La duda es el escenario que se abrirá si no convoca elecciones con antelación a la sentencia del Supremo. En ese supuesto, el vicepresident Pere Aragonès asumirá la presidencia de forma provisional y el Parlament dispondrá de 10 días para investir un president en primera sesión y 48 horas después en la segunda. Ninguna fuerza prevé presentar candidato por lo que el Parlament se disolvería automáticamente y las elecciones se celebrarían en el plazo de 60 días. Torra insistió en que sabe "perfectamente" cuál será la fecha de los próximos comicios, que establecerá en función del interés de Catalunya y del prestigio de la institución, pero no la quiere dar a conocer todavía.

Al igual que señaló Josep Costa, vicepresident del Parlament, a este periódico al afirmar que la mesa de diálogo entre Moncloa y Govern "no tiene recorrido", Torra certificó que no acudirá a otra reunión de este espacio si el Ejecutivo de coalición no acepta un orden del día para definir la fecha y las condiciones de un referéndum de autodeterminación y una amnistía. "Claro que iré a esta mesa. Yo iré a esta mesa si en un orden del día el Gobierno español acepta que vamos a hablar del derecho a autodeterminación. Por lo tanto, uno, condiciones del referéndum, y dos, amnistía, condiciones y fecha", zanjó el president. Y recordó: "La mesa era un lugar donde nos hacíamos unas fotos y nos trataban muy bien (...) Queremos una negociación y resulta que ahora son juegos florales", aseveró recurriendo a la fórmula que utilizó la ministra Margarita Robles para definir esas conversaciones. "¿De qué vamos a hablar? La gente está cansada que no se digan las cosas por su nombre". reiteró.

"He desobedecido dos veces y no creo que sea la última vez, no me va a marcar el calendario"

President de la Generalitat