- El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont dio ayer el pistoletazo de salida al congreso fundacional de Junts per Catalunya (JxCat), que representa a su entender la “corriente central” del independentismo y de Catalunya en su conjunto y que debe ser una “herramienta no sectaria ni excluyente”. JxCat retransmitió el acto inaugural de su proceso congresual como partido en diferido a través de su canal de YouTube, con un formato insólito, como si se tratara de un programa televisivo, con montaje y edición.

Junts per Catalunya -hasta ahora una marca electoral surgida en 2017, sin estructura de partido- tiene más de 2.500 inscritos, que escogerán del 7 al 9 de agosto una dirección orgánica que deberá culminar los trabajos del congreso -todos telemáticos- el 3 de octubre. En el acto se fueron intercalando discursos de las caras más conocidas de JxCat con vídeos enlatados y una conversación entre “presos y exiliados” en un plató donde estaban presentes físicamente Josep Rull, Jordi Turull, Jordi Sánchez y Meritxell Borràs, que intercambiaron palabras de ánimo y afecto con la imagen virtual de cuerpo entero de Carles Puigdemont y Lluís Puig.

En su intervención, en la que no hizo ni una sola referencia al PDeCAT, que podría escindirse del espacio de JxCat, Puigdemont subrayó que en su nueva organización “no sobra nadie”. “Nos necesitamos todos, todas las miradas, acentos y estrategias para conseguir legar a las generaciones futuras el país al que tenemos derecho. Nuestra aspiración es reforzar la alianza de quienes estamos en el mismo bando, fortalecernos internamente para llegar hasta el final en los objetivos que nos marquemos”, afirmó.

En pleno pulso con la dirección del PDeCAT, apeló a las bases de JxCat: “Os pido que todos trabajemos para hacer de JxCat una herramienta no sectaria ni excluyente, que se comporte como una organización moderna”. “Mantengamos la apertura de miras a un lado y otro, seamos la corriente central de un país que es diverso y plural”, subrayó.

Este propósito de convertir JxCat en el “carril central del país” es el mismo que expresó Jordi Sànchez, que apostó por construir un proyecto de “gran centralidad”. El líder de la Crida Nacional per la República subrayó que “Junts es el partido que quiere volver a tener una hegemonía en este país, una hegemonía fuerte, que incorpore todas las sensibilidades”.

En la ronda de discursos, Joaquim Forn empleó un concepto pujolista que en su día definió a Convergència, para explicar lo que es JxCat, una fuerza que “debe convertirse en el pal de paller (eje central) del independentismo”. El exconseller Josep Rull fue el único que reivindicó su procedencia política. “Vengo de Convergència”, señaló, antes de destacar que JxCat pretende aunar fuerzas entre “gente de tradiciones políticas muy diferentes”.