Las encuestas para el 12-J en Euskadi no predicen un buen resultado para su formación.

—Tengo la sensación de que ahora eso está cambiando. Muy poca gente se imaginaba aquí en Euskadi que podíamos formar parte del Gobierno y que se notara tanto que estamos dentro del Gobierno español y creo que en el futuro eso se va a traducir en un mayor apoyo.

¿Por qué insisten tanto en el tripartito de izquierdas con Bildu y PSE cuando estos dos partidos les han cerrado la puerta?

—En Euskadi es un consenso que ese tripartito se va a producir. Algunos dicen que es muy pronto, me lo dicen tanto personas de la izquierda abertzale como del Partido Socialista. Tengo la sensación de que una cosa son las estrategias de campaña del PSE y de EH Bildu, que me parecen muy legítimas; y otra cosa se verá después de las elecciones, si hay posibilidad de sumar esa mayoría. Creo que esa nueva mayoría abre unas posibilidades políticas en Euskadi que son posibles con un gobierno diferente al del PNV.

Esa mayoría del tripartito de izquierdas se va a producir, si se hace caso a casi todas las encuestas, pero tanto Bildu como PSE se niegan en redondo por el tema de la violencia.

—En las dos últimas campañas de las elecciones generales en 2019 el PSOE no dijo nunca que estaba dispuesto a una coalición con Unidas Podemos y, sin embargo, ocurrió. Yo entiendo que en una campaña electoral quieran marcar perfil pero se trata de un deseo mayoritario de la sociedad. Una realidad que todo el mundo reconoce que se va a producir en un momento histórico como este, creo que se puede acelerar.

Llegado el caso, si acordaran un tripartito, ¿quién debería ser lehendakari?, ¿el partido más votado o la candidata de Elkarrekin Podemos?

—Ese gobierno es mucho más importante para Euskadi que la persona que lo encabece. Como es evidente que entre Bildu y PSE van a tener que dejar atrás muchos reproches y muchas cosas para construir un gobierno así, todos tendremos que poner el interés de Euskadi por encima del interés de partido y no me cabe duda de que Elkarrekin Podemos va a ser generoso.

Como acaba de sugerir, PSE y Bildu son, de momento, incompatibles por la no condena de Bildu a la violencia de ETA en el pasado. ¿Para usted Bildu supera el listón ético?

—A mí me gustaría que Bildu dijera algunas cosas sobre la violencia de manera más explícita de lo que lo han hecho, pero han dicho cosas. Creo que es una victoria de la democracia que EH Bildu apueste de manera inequívoca por las vías democráticas, que rechace cualquier manera de violencia. Durante muchos años en España se dijo que el problema no son las ideas sino los métodos terroristas. Creo que los dirigentes de las organizaciones políticas tienen que pensar en el interés general. El dolor, legítimo y comprensible, no debe obstaculizar el futuro de la gente de Euskadi.

Plantea desalojar ya al PNV del Gobierno Vasco pero al mismo tiempo pondera en Madrid muchas de sus posiciones. ¿Cómo se conjugan ambas cosas?

—Tengo mucho respeto al PNV y por algunos de sus diputados en Madrid, a los que conozco y profeso mucha admiración por su inteligencia y su habilidad. He hablado muchas veces con Andoni Ortuzar y algunas con el lehendakari Urkullu y tengo un enorme respeto por ellos, pero podemos llegar a acuerdos con el PNV en Madrid y, al mismo tiempo, Elkarrekin Podemos puede construir un gobierno diferente, con socios y políticas diferentes. A mí me encantaría tener en el Estado una derecha como la que representa el PNV en Euskadi, una formación de derechas, con lealtad de Estado, con capacidad de acordar con partidos distintos.

Si, como parece, no habrá un tripartito de izquierdas tras el 12-J, podría darse en Euskadi una coalición PNV-PSE con el apoyo de Podemos? En Madrid el PNV es socio prioritario del Gobierno de coalición.

—El PNV no es un partido que vaya a compartir mucho el poder en Euskadi. Esto no es una crítica, es definir la realidad. Es muy difícil un cambio en Euskadi sin que el PNV esté un tiempo en la oposición. El cambio es muchas veces una condición de salud democrática para una sociedad. No es bueno para Euskadi que siempre gobierne el PNV.

Elkarrekin Podemos podría aprobar unos presupuestos vascos como lo hizo la anterior dirección liderada por Lander Martínez?

—Ahí Elkarrekin Podemos es soberano y harán lo que decidan. Decidirán lo que toque, han sido claros en su planteamiento pero yo no tengo que entrar a valorar.

¿Las disputas internas de Podemos explican la pérdida de apoyo en Euskadi?

—Absolutamente. La juventud y adolescencia de nuestra organización política se ha notado mucho. No hemos mostrado en el pasado una madurez como formación política para afrontar lo natural de los conflictos internos. Eso nos ha hecho mucho daño, ha sido percibido de manera negativa por simpatizantes y votantes. Pero creo que en este tiempo, a pesar de que nos hemos dejado votos, hemos madurado.

¿Va a aguantar este gobierno de coalición ante la estrategia de acoso y derribo de la derecha?

—Sin duda, de hecho esa estrategia expresa su debilidad. La derecha española sabe que la generación actual de dirigentes políticos de la derecha no va a formar parte de un consejo de ministros de España.

¿Peligrará el Gobierno de coalición cuando Europa marque los níveles de deuda y de déficit, que previsiblemente obligarán a ajustes?

—Está por ver que eso vaya a ser así. Estamos en una situación muy diferente a la crisis de 2008. Esta no afecta a dos o tres países sino a todo el mundo y que ha puesto en cuestión la propia viabilidad del proyecto europeo como proyecto político. La apuesta de nuestro gobierno va a ser una reconstrucción europea de tipo social.

¿Por qué titubearon cuando se planteó la posibilidad de una comisión de investigación en el Congreso sobre los GAL y la comparecencia de Felipe González? ¿Son las servidumbres del poder?

—Al contrario. Creo que fuimos capaces de contener la náusea de lo que representó el terrorismo de Estado y la impunidad que ha tenido. Pocos dirigentes de la izquierda estatal han dicho lo que yo he dicho sobre los GAL y sobre su máximo responsable político en sede parlamentaria.

¿Y por qué al principio se opusieron aunque luego recularon?

—Teníamos claro que íbamos a votar a favor de la comisión de investigación, pero queríamos dejar claro que nos parecía extraño que una información que dos años antes había sido publicada en otro medio y que ya se conocía la desclasificación de los documentos de la CIA sobre los GAL y no decía nada nuevo, fuera precisamente el diario La Razón el que la pusiera en circulación. Interpretábamos que lo que pretendía la derecha mediática era poner ETA y Felipe González en la agenda electoral en Euskadi para evitar el acuerdo entre las tres formaciones de izquierdas vascas.

"Bildu y PSE quieren marcar perfil en campaña y no dicen que sí pero en Euskadi hay consenso para un tripartito"

"Es muy difícil un cambio en Euskadi sin que el PNV esté un tiempo en la oposición. No es bueno que gobierne siempre"

"La derecha española sabe que que su generación de dirigentes no va a entrar en el Consejo de Ministros"