Antón Losada es una voz conocida para los oyentes de Radio Euskadi y de la Cadena SER, entre las distintas colaboraciones que realiza en medios de comunicación. Profesor y analista, fue secretario general de Vicepresidencia, en el gobierno bipartito gallego que se conformó hace tres lustros, afín al BNG, aunque dimitió en 2007.

Si Núñez Feijóo revalida su mayoría absoluta, ¿cuánto mérito será suyo y cuánto demérito de sus adversarios?

Las dos cosas, él tiene mucho mérito, primero porque ha sabido marcar perfil propio y construir un personaje político con dos claves. La primera, la de la gestión. Esa es la imagen que proyecta, otra cosa es la realidad. Yo creo que es un gran propagandista de su gestión, pero no es tan buen gestor y su gestión tiene muchas cosas discutibles. Y segundo, ha sabido crearse la figura de la derecha moderada, con sentido común, que ha conseguido que Vox ni siquiera entrara en su territorio, a base de centrar su discurso y su mensaje. Creo que eso es lo que le da la ventaja competitiva que tiene en este momento. Es decir, ofrece dos cosas que cualquier votante gallego valora, que es seguridad en la gestión y moderación. Y enfrente tiene una oposición, donde con la excepción del BNG, que ha vivido esta última legislatura en paz y que bajo el liderazgo de Ana Pontón todo han sido buenas noticias, tanto en el Partido Socialista como en las Mareas todo han sido convulsiones. De hecho, las Mareas se han disgregado en dos candidaturas. Lo asombroso sería que Feijóo no ganara estas elecciones por mayoría absoluta. Eso sí que sería un milagro.

Para proyectar esa imagen de gestor también tiene que acompañar el partido, con capacidad de penetración social.

Es que el PPdeG no es el PP. Es un partido diferente, aunque no orgánicamente. Estamos hablando de una marca potentísima y de un partido que no está ni mucho menos en crisis. Le ha rozado la corrupción, no le ha tocado de lleno, muy levemente, desde luego en casos más imputables a etapas anteriores a las de Feijóo. Y el partido sigue siendo una máquina que no tiene rival. El Partido Popular dobla en afiliados activos a la suma de los afiliados que tienen todos los demás, dando por buenos los datos que dan el BNG y el PSdeG, que es mucho dar.

¿Augura que el posible éxito de Núñez Feijóo haga explotar una colisión con Casado?

En la noche electoral un gran triunfo de Feijóo, no una mayoría absoluta por la mínima, sino un triunfo brillante en todos los sentidos, unido a la más que previsible decepción en Euskadi del pacto entre PP y Ciudadanos, van a activar un contador para el liderazgo de Feijóo, una cuenta atrás que termina en las elecciones catalanas. Si en estas se da un pésimo resultado como auguran hoy las encuestas, creo que en el PP mucha gente se preguntará si se puede ir a unas Generales dentro de dos años con un líder que encadena 7 derrotas electorales seguidas, o con un líder que encadena 4 victorias electorales seguidas, todas por mayoría absoluta. Mucha gente seguramente se decante por la segunda opción.

La paradoja, si se da esta circunstancia, es que el domingo no se elegirá a un presidente de la Xunta para 4 años.

No, pero es que todo el mundo sabe que Feijóo no va a completar los 4 años se vaya o no se vaya a Madrid. El que no tenga esto claro es que ni conoce a Feijóo ni conoce cómo está en este momento la situación.

Pero no es lo mismo estar tres años y medio que estar un año.

Pero es que no estamos hablando de un año, estamos hablando de casi dos. Pase lo que pase Feijóo no va a completar esta legislatura. La opción a es irse a Madrid, la opción B es dejar paso al que sea su relevo, que lo hará antes de que termine la legislatura.

¿Por qué el BNG no termina de despegar?

En el espacio nacionalista hay mucha gente que se mueve prioritariamente en el eje derecha izquierda, y después es el de centro-periferia. Ese es uno de los dilemas clásicos de la base electoral nacionalista. En estos últimos años mucho votante potencial del nacionalismo ha dado prioridad a la idea de desalojar al PP, y eso significa votar opciones diferentes al BNG, sea al PSdeG, o, fundamentalmente a las Mareas, que no son una fuerza nacionalista.

¿Y ahora?

Como el eje izquierda derecha ya no es tan relevante porque ya hay un gobierno de izquierdas, en el Estado o eso dice, mucho votante nacionalista que está volviendo al BNG, sobre todos de las Mareas.