- Hoy es Aberri Eguna. Eso sí, será un Aberri Eguna inédito e histórico por las excepcionales circunstancias que ha impuesto la lucha contra la epidemia del coronavirus, con el confinamiento de la población en sus casas y el parón de la economía cuyas consecuencias, por ahora, nadie alcanza a adivinar con precisión.

Los ciudadanos vascos están convocados a reunirse en los balcones y ventanas de Euskal Herria con la ikurriña como símbolo y el propósito de recordar y homenajear a las víctimas del virus a y todos los profesionales que en primera línea luchan para frenarlo.

El Aberri Eguna de este año viene marcado por la iniciativa Euskal Herria Batera, impulsada por una treintena de ciudadanos vascos de todos los territorios, que pretende dar a la celebración un sentido comunitario de país con el fin de aglutinar a la gente por encima de ideologías y sensibilidades.

A lo largo de esta semana, los principales partidos y sindicatos aber-tzales han hecho públicos manifiestos y textos en torno al día de la patria vasca que, en lo sustancial, recogen sus posiciones habituales en torno a las aspiraciones nacionales vascas así como los mensajes políticos del momento, eso sí, adaptados al contexto de la crisis sanitaria.

Pese a la llamada de Batera a una celebración unitaria en clave de comunidad, las formaciones políticas y los sindicatos no acaban de compartir un suelo único para celebrar el Aberri Eguna. En cualquier caso, Batera ha tenido la virtud de encender la mecha de una celebración que en este estado de confinamiento y con la sociedad y los instituciones ocupadas y preocupadas por la evolución de la epidemia y sus consecuencias económicas corría el riesgo de quedar diluida. A la estela de su convocatoria, se han sucedido las llamadas a celebrar el Aberri Eguna por parte del PNV, EH Bildu, ELA, LAB y también Elkarrekin Podemos, que hace suya la parte de la invitación de Batera que pide salir a los balcones para recordar a las víctimas y reconocer a los sanitarios y demás profesionales.

El flanco unionista es fiel a su guion de que la fiesta no va con ellos, con respuestas que van desde el desdén socialista o la crítica de brocha gorda de Carlos Iturgaiz. El dirigente popular ha expresado sin disimulo que ni le gusta el Alberri Eguna ni siquiera la ikurriña, a los que acusa de dividir a los vascos, haciendo responsable de ello al PNV. El PSE, por su parte, pone distancia recurriendo al clásico de que lo que a la gente le importa son las cosas de comer. “Las religiones o las banderas, sean ikurriñas o rojigualdas, no son nada sin un sistema público fuerte”, ha dicho Idoia Mendia.

Ayer, en el habitual mensaje de víspera del Aberri Eguna, Andoni Ortuzar animó a los vascos a celebrar la jornada “poniendo una ikurriña en tu balcón, y a las 12,30, guardando un minuto de silencio por todos los fallecidos en esta crisis del coronavirus”. El presidente del EBB trató de insuflar optimismo animando a festejar el Aberri Eguna 2020 “con la alegría y la reivindicación de que creemos que Euskadi es la patria de los vascos y que vamos a salir de esta todos juntos”.

En el manifiesto que hizo público la formación jeltzale esta semana, el PNV subraya que “cuidar y proteger a la ciudadanía es hoy la mejor manera de construir nación” y de “garantizar nuestro futuro como pueblo”. Compartan o no ideología o sensibilidad, el PNV califica de “abertzales ejemplares” a todos los profesionales “esenciales” en esta crisis, ante la que defiende “respuestas propias, pegadas al terreno y basadas en el conocimiento de la realidad circundante, en nuestro caso la vasca”.

El PNV pone el dedo en la llaga de la recentralización y las decisiones unilaterales adoptadas por el Gobierno español en esta crisis, un intervencionismo que ha provocado públicas desavenencias entre los ejecutivos vasco y español. “Reivindicamos la capacidad plena de las instituciones vascas para disponer en sus manos todos los instrumentos y competencias necesarias para abordar una tarea tan ingente como la que tenemos por delante”.

El Gobierno Vasco es el objeto de de las críticas tanto de Sortu como de ELA y LAB en sus respectivas declaraciones de Aberri Eguna. A él va dirigida la frase de Sortu de que “pese a la actitud imprudente y tardía de sus máximos dirigentes”, Euskal Herria “ha sabido reaccionar con previsión a imaginación” a la pandemia. Sortu quiere que el Aberri Eguna sirva “para reivindicar la necesidad de un estado propio” y evitar situaciones como la del 155 sanitario de Sánchez, “ridiculizando el llamado autogobierno de la CAV y Nafarroa”.

ELA y LAB, por su parte, han coincidido en criticar lo que consideran “alineamiento” del ejecutivo de Gasteiz con la patronal vasca, “sin guardar el más mínimo equilibrio, manipulando el decreto estatal para mantener la actividad de tareas no esenciales”, denuncia la central que lidera Mitxel Lakuntza.

Todas estas diferencias, no obstante, quedarán diluidas al mediodía, hora de las convocatorias para salir al balcón con la ikurriña, cuando el formato obligado por el confinamiento iguale a a las diferentes familias abertzales.

El presidente del PNV proclama que “cuidar y proteger a la ciudadanía es hoy la mejor manera de construir nación”