Pamplona - Una comisión interdepartamental prepara el terreno para la asunción de la competencia de tráfico y seguridad vial por parte de la Policía Foral en exclusiva. El grupo de trabajo, integrado por las direcciones generales de Interior, Función Pública, Presidencia y Hacienda avanza en la línea trazada por el Ejecutivo anterior tras el acuerdo entre Pedro Sánchez y Uxue Barkos en octubre de 2018, y que pretende culminar ahora con un acuerdo que permita a Navarra asumir de forma paulatina la nueva competencia en el marco de la Junta de Transferencias.

El objetivo es acordar los términos de la transferencia antes del 30 de junio. "Se trata de culminar un trabajo de prácticamente 20 años", defendió ayer el portavoz del Gobierno y consejero de Interior, Javier Remírez, que recordó que, pese al rechazo que ahora muestra Navarra Suma, se trata de algo que los presidentes Miguel Sanz y José María Aznar ya acordaron a finales de los años 90.

Se trata sin embargo de un proceso de gran complejidad. "Hoy por hoy no estamos preparados para asumir la gestión de Tráfico en exclusiva", admitió Remírez, que en primer lugar ambas administraciones tienen que acordar los términos del traspaso, con un calendario de aplicación progresivo, tal y como se hizo en la CAV en 1983 y en Catalunya en 1996.

Rémirez no quiso fijar plazos, entre otras cuestiones porque depende de factores que no dependen del propio Gobierno, y que requieren de un acuerdo bilateral con el Estado en cuestiones como la contratación de personal, limitada actualmente por la tasa de reposición. Navarra deberá además dotarse de más recursos técnicos para ejercer la labor de vigilancia en la carretera, lo que requerirá de fondos adicionales y una compensación por parte del Estado mediante el Convenio Económico, que este año toca actualizar.

Durante este proceso habrá que solventar también qué ocurre con los guardias civiles que en la actualidad ejercen la competencia, y cuya labor ya no será necesaria cuando la Policía Foral asuma toda la gestión de seguridad vial. "La ley navarra reconoce lo que se ha denominado como pasarela (que los guardias civiles pasen al cuerpo de la Policía Foral). Es un personal capacitado, con alto conocimiento de la labor policial y con arraigo. Los queremos con nosotros, y esa es la posición que Navarra defenderá en la Junta de Transferencias", señaló ayer Remírez, que sin embargo recordó que depende de que lo acepte el Gobierno central, que puede no estar interesado en desprenderse de agentes experimentados. Tras el traspaso, la Guardia Civil, matizó el portavoz, seguirá en Navarra "en ejercicio de sus competencias".