Madrid. Felipe VI ha subrayado en su discurso de proclamación que desde hoy encarna "una monarquía renovada para un tiempo nuevo", se ha mostrado dispuesto a escuchar, a advertir y a aconsejar y ha animado a mirar hacia el futuro de un país que los españoles deben "seguir construyendo todos juntos".

En una histórica alocución de casi 3.000 palabras, ante una sesión conjunta del Congreso y el Senado reunida en el Palacio de las Cortes para proclamar al nuevo Rey, don Felipe ha recalcado: "En esa España unida y diversa, basada en la igualdad de los españoles, en la solidaridad entre sus pueblos y en el respeto a la ley, cabemos todos, caben todos los sentimientos y sensibilidades".

"Caben las distintas formas de sentirse español -ha continuado-, porque los sentimientos, más aún en los tiempos de la construcción europea, no deben nunca enfrentar, dividir o excluir, sino comprender y respetar, convivir y compartir".

El nuevo Rey, cuyas palabras han sido rubricadas en varias ocasiones con aplausos de las autoridades y representantes políticos presentes en la Cámara, ha abogado por una España en la que los ciudadanos "recuperen y mantengan la confianza en sus instituciones" y en la que "no se rompan nunca los puentes del entendimiento".

En este contexto, se ha comprometido a buscar la cercanía de los ciudadanos, a "saber ganarse continuamente su aprecio, su respeto y su confianza", para lo que, según ha destacado, la Corona debe "velar por la dignidad de la institución, preservar su prestigio y observar una conducta íntegra, honesta y transparente".

"Hoy más que nunca, los ciudadanos demandan con toda razón que los principios morales y éticos inspiren -y la ejemplaridad presida- nuestra vida pública", ha señalado el Monarca, antes de continuar: "Y el Rey, a la cabeza del Estado, tiene que ser no sólo un referente sino también un servidor de esa justa y legítima exigencia de los ciudadanos".

"Hoy es un día en el que me gustaría que miráramos hacia adelante, hacia el futuro, hacia la España renovada que debemos seguir construyendo todos juntos al comenzar este nuevo reinado", ha proclamado el nuevo monarca, tras rendir un homenaje de "gratitud y respeto" a su padre, don Juan Carlos, y su "reinado excepcional", palabras que han sido recibidas por los asistentes con un aplauso.

En tono solemne, don Felipe se ha dirigido con estas palabras a los parlamentarios: "Encontrarán en mí a un jefe de Estado leal y dispuesto a escuchar, a comprender, a advertir, a aconsejar; y también a defender siempre los intereses generales".

El nuevo Rey es consciente de que la monarquía parlamentaria "debe estar abierta y comprometida con la sociedad a la que sirve" y también considera que "la independencia de la Corona, su neutralidad política y su vocación integradora ante las diferentes opciones ideológicas le permiten contribuir a la estabilidad" del sistema político español.

Ha dedicado asimismo un lugar relevante de su discurso a transmitir su "cercanía y solidaridad a todos aquellos ciudadanos a los que el rigor de la crisis económica ha golpeado duramente, hasta verse heridos en su dignidad como personas".

"Tenemos el deber moral de trabajar para revertir esta situación y el deber ciudadano de ofrecer protección a las personas y a las familias más vulnerables; y tenemos también la obligación de transmitir un mensaje de esperanza -especialmente a los más jóvenes-, de que la solución de sus problemas" y "la obtención de un empleo" sea "una prioridad" para el Estado, ha argumentado.

Además de insistir en la necesidad de "garantizar la convivencia en paz y en libertad de los españoles", Felipe VI no ha olvidado en su discurso recordar la importancia del impulso de la investigación y la innovación para "ganar la batalla por la creación de empleo, que constituye la principal preocupación de los españoles".

El apoyo al medio ambiente, la cercanía de España a Iberoamérica y su compromiso con la construcción de "una Europa fuerte, unida y solidaria, que preserve la cohesión social", han ocupado también un lugar en sus primeras palabras como Rey, que han concluido con un "muchas gracias" en las distintas lenguas cooficiales, tras proclamar: "Somos una gran Nación; creamos y confiemos en ella".