- Ucrania perdió ayer comunicación con los defensores de la acería Azovstal, el último reducto de la resistencia ucraniana en la ciudad portuaria de Mariúpol, debido al incremento de los ataques rusos, mientras Rusia prosigue su lenta ofensiva en Donbás. "Perdimos el contacto, no hay comunicación para saber qué sucede, si están seguros o no", lamentó el alcalde de la ciudad, Vadym Boychenko, en la televisión ucraniana. Según dijo, un número indeterminado de defensores de Azovstal protege la fábrica "en condiciones muy difíciles, ya que les atacan con artillería pesada, tanques, aviación y desde buques en el mar".

Según el canal de televisión Zvezda, perteneciente al Ministerio de Defensa ruso, las tropas rusas martillan Azovstal con fuego de artillería de 152 milímetros y lanzaderas múltiples Grad, a fin de evitar que "los militares ucranianos salgan de las catacumbas".

Esta escalada, iniciada la víspera, torna incierta la operación de rescate de civiles atrapados con el acuerdo de los gobiernos de Ucrania y Rusia, con la colaboración de la ONU y el apoyo de la Cruz Roja.

La víspera se logró evacuar a 159 personas de la zona de Mariúpol, devastada por los intensos combates de las semanas anteriores, entre ellas 101 personas de la planta. Sin embargo, según afirmó Boychenko, en la planta quedarían atrapados unos 200 civiles.

"La operación humanitaria de Mariúpol continúa", aseguró ayer la viceprimera ministra ucraniana, Iryna Vereshchuk, en su cuenta de Telegram, al asegurar que la evacuación se llevará a cabo "si la situación de seguridad lo permite". Vereshchuk enumeró cuatro puntos de reunión de evacuados en Mariúpol, Berdyansk, Tokmak y Vasilivka, desde los cuales los civiles se trasladarían a la zona de Zaporiyia, al norte de Mariúpol, controlada por los ucranianos.

Y aunque el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, negó que Rusia pretenda tomar la planta por asalto y señaló que las tropas rusas que han bloqueado la metalúrgica intervienen únicamente para "reprimir" los intentos de los combatientes ucranianos de ocupar "posiciones de combate", esto no alivia la situación de los civiles atrapados.

Moscú justificó esta escalada con el argumento de que las tropas atrincheradas en Azovstal aprovecharon el alto el fuego humanitario para retomar sus posiciones de combate en la planta.

En ese contexto, el ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú, aseguró ayer que los militares rusos buscan "garantizar la seguridad de la población" en las zonas de conflicto y particularmente, de los civiles que permanecen en Mariúpol.

Shoigú afirmó que los combatientes ucranianos pertrechados en Azovstal ignoraron "las propuestas reiteradas (...) de liberar a los civiles y deponer las armas con la garantía de salvar sus vidas y recibir un trato digno en correspondencia con las normas del derecho internacional".

Shoigú destacó que "la operación especial militar rusa" continúa y aseguró que el Ejército ruso, junto a las milicias de las "repúblicas populares" de Lugansk y Donetsk "amplían el control de los territorios" de ambas regiones.

El Estado Mayor del Ejército ucraniano también reconoció ayer en su parte diario que las tropas rusas continúan su ofensiva en la región de Donbás, pero aseguró haber repelido doce ataques rusos.

Por su parte, Rusia informó sobre un ataque contra la red ferroviaria ucraniana, con la destrucción de seis subestaciones eléctricas en localidades de las regiones de Leópolis, Kiev y Odesa, con el fin de impedir el abastecimiento de las tropas ucranianas en el frente oriental, en particular con armas de Occidente. El Ministerio de Defensa ruso publicó un vídeo del lanzamiento de misiles Kalibr desde el mar Negro contra objetivos militares ucranianos.

l Declaración del 9 de mayo.

El Kremlin negó ayer de manera categórica que Rusia vaya a declarar la guerra a Ucrania o a decretar una movilización general el próximo día 9, cuando el país celebra el Día de la Victoria sobre la Alemania nazi. "No, es un disparate", dijo el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, en su rueda de prensa diaria. Negó asimismo, y también las calificó de "disparate", las especulaciones acerca de que el 9 de mayo Rusia podría declarar una movilización general.