Un tribunal federal de apelaciones en Estados Unidos restituyó este viernes por la noche la restrictiva ley antiaborto puesta en marcha en Texas, tan solo dos días después de que un juez la bloquease temporalmente.

La decisión de restituir la ley, entrada en vigor el 1 de septiembre y que prohíbe prácticamente cualquier interrupción del embarazo en Texas, la tomó el Tribunal de Apelaciones del Quinto Circuito, uno de los más conservadores del país.

Fue el fiscal general de Texas, el republicano Ken Paxton, quien interpuso este mismo viernes un recurso contra el fallo adoptado el miércoles por un juez federal de distrito.

El tribunal de apelaciones no entró a valorar la cuestión, pero levantó temporalmente el bloqueo a la espera de que el Gobierno de Joe Biden, el litigante en el caso, responda al recurso de Paxton, para lo que tiene plazo hasta el martes.

Sea cual sea la decisión final de la corte de apelaciones, lo más probable es que el caso termine de nuevo ante el Tribunal Supremo, que semanas atrás rechazó estudiar la ley aunque admitió que los litigantes habían planteado dudas serias sobre su constitucionalidad.

El magistrado que bloqueó este miércoles la ley, Robert Pitman, opinó que Texas "ha creado un mecanismo agresivo y sin precedentes para privar a sus ciudadanos de un derecho constitucional significativo y bien consagrado".

Para Pitman, la ley "ha impedido ilegalmente a las mujeres ejercer control sobre sus vidas" y que su tribunal "no permitirá que esta ofensiva privación siga ni un día más".

La ley de Texas permite a particulares presentar demandas civiles contra cualquier persona que ayude a una embarazada a abortar si creen que infringen la prohibición, y ofrece recompensas de hasta 10.000 dólares ( 8.639 euros) a cada demandante si gana el juicio.

Ese sistema ha permitido hasta ahora que las autoridades de Texas eludan la responsabilidad por la aplicación de la ley, porque el peso de la implementación está en esos ciudadanos particulares, y no en los líderes conservadores que impulsaron el veto.

Fue ese vacío legal el que permitió que la ley entrara en vigor hace un mes con el beneplácito del Tribunal Supremo, a pesar de que contradice expresamente la decisión judicial de 1973 que legalizó el aborto en todo Estados Unidos, conocida como "Roe versus Wade".

El veto de Texas -que prohíbe el aborto desde las seis semanas de gestación, cuando muchas mujeres aún no saben que están embarazadas, es el más restrictivo de los 90 que han entrado en vigor este año en territorios de todo el país, impulsados por líderes conservadores en congresos estatales.