- El jefe de la oposición en el Reino Unido, Keir Starmer, acusó ayer al primer ministro Boris Johnson de no haber trazado ningún “plan” más allá del brexit para lidiar con problemas como la crisis de suministros que ha cerrado miles de gasolineras en el país. “Su plan no iba más allá de las palabras vamos a ejecutar el brexit. No tiene plan”, afirmó Starmer en su primer gran discurso en persona como líder del Partido Laborista durante el congreso nacional que celebra la formación en Brighton, en el sur de Inglaterra.

“¿Por qué tenemos de pronto una escasez de transportistas?”, se preguntó ante un auditorio repleto el líder laborista, que acusó al Gobierno de “ignorar el problema, echar las culpas a otros y después amanecer con una solución a medio cocer”.

Starmer, que tomó las riendas del partido en 2020, en plena pandemia de coronavirus, aprovechó su intervención para desgranar el programa político con el que espera desgastar al Ejecutivo de Johnson, que empieza a retroceder en las encuestas ante la crisis de suministros y la saturación del sistema sanitario que sufre el país, entre otros factores.

En contraste con la dirección laborista encabezada por el izquierdista Jeremy Corbyn, Starmer plantea un programa más centrado y con guiños al patriotismo, que subraya la importancia de la seguridad y de una fiscalidad favorable para las pequeñas y medianas empresas. “Bajo mi liderazgo, la lucha contra el crimen será siempre una cuestión laborista”, dijo el abogado especializado en derechos humanos, que dirigió la Fiscalía de Inglaterra entre 2008 y 2013.

Al abordar su visión económica, advirtió de que un eventual Gobierno laborista tras las próximas elecciones, heredaría unas cuentas que “necesitarían una profunda reparación”. “Un brexit mal ejecutado y el covid han dejado un gran agujero” en las cuentas públicas, dijo Starmer, que defendió una reforma fiscal que no castigue a “la gente trabajadora” y que “equilibre” la responsabilidad entre las pequeñas empresas y las grandes corporaciones.