- La llegada simultánea ayer de los canadienses Michael Spavor y Michael Kovrig a su país, y de la directora financiera de Huawei, la china Meng Wanzhou, al suyo, supone el inicio del fin de una grave crisis que ha dañado las relaciones diplomáticas de EEUU y Canadá con Pekín durante los pasados tres años.

Como en una novela de espionaje, la salida y llegada de los tres protagonistas involuntarios de una de las principales crisis diplomáticas de los últimos años se produjo de forma paralela en el espacio de 24 horas.

Meng, detenida en Canadá en 2018, estaba acusada de fraude en el marco de las sanciones estadounidenses a Irán. La acusación estadounidense considera que Meng defraudó al HSBC al mentir a la entidad durante una reunión con un alto cargo del banco en la que habló de los negocios que tenía Huawei con Irán.

Kovrig y Spavor son los dos canadienses que permanecían detenidos por las autoridades chinas desde diciembre de 2018 como represalia por el arresto de Meng Wanzhou, detención calificada por EEUU de “arbitraria”.

La justicia estadounidense, que exigía la extradición de la directora financiera de la tecnológica, ha renunciado a ella tras el acuerdo alcanzado con China.