- La oleada de disturbios y saqueos masivos que sufre Sudáfrica desde la semana pasada, con niveles de vandalismo inéditos en la historia democrática de la nación austral, acumula ya 72 muertos y 1.234 detenidos, mientras la Policía y el Ejército unen fuerzas para estabilizar las zonas afectadas.

Los graves incidentes se concentran en dos regiones: la oriental provincia de KwaZulu-Natal y el corazón político y económico de la nación más desarrollada de África, la provincia de Gauteng (donde se encuentran Johannesburgo y Pretoria). En esas zonas, durante los últimos días turbas de personas arrasaron completamente centros comerciales y tiendas, quemaron vehículos e inmuebles y cortaron calles y carreteras. Lo que comenzó como protestas por el encarcelamiento del polémico expresidente Jacob Zuma (2009-2018) por desacato judicial, degeneró en una oleada de saqueos y vandalismo indiscriminado de una magnitud que el presidente del país, Cyril Ramaphosa, comparó con la convulsa transición que Sudáfrica vivió a principios de los años noventa, tras el final del sistema segregacionista del “apartheid”.

“El camino de la violencia, de los saqueos y de la anarquía sólo lleva a más violencia y devastación. Lleva a más pobreza, más desempleo y más pérdida de vidas inocentes. Esto no es lo que somos como pueblo”, lamentó anoche Ramaphosa en un mensaje a la nación.

La situación, continúa fuera de control en muchos puntos por la caótica afluencia de gente, incluso a pesar del despliegue de 2.500 soldados para apoyar a la Policía, que se había visto completamente sobrepasada por los altercados. “Los saqueos continúan, así que no puedo decir que la situación esté bajo control”, admitió ayer el jefe del gobierno de Gauteng, David Makhura, en declaraciones a la prensa.

Por la mañana, en una rueda de prensa, el ministro de Seguridad, Bheki Cele, confirmó el arresto de 757 personas en todo el país, pero la cifra final se espera que sea mucho mayor. “Ningún descontento o circunstancias personales de nuestro pueblo dan el derecho a nadie a saquear, vandalizar y hacer lo que quieran e incumplir la ley”, aseveró el ministro.

Cele, quien en los últimos días ha sido objeto de duras críticas por la incapacidad de las fuerzas de seguridad de prever y manejar la ola de vandalismo, advirtió también de que los numerosos afectados por los incidentes -tanto a nivel personal como material- no deben tomarse ahora la justicia por su mano.