- El presidente de EEUU, Donald Trump, encabezó el pasado sábado un abarrotado acto de campaña para el Senado en el estado de Georgia, mientras los contagios por el COVID-19 se han disparado en el país y las autoridades estatales y locales han llamado a la población a evitar los grupos numerosos y a usar mascarilla.

Acompañado de Melania Trump, el gobernante habló ante decenas de personas, muchas de ellas sin cubrirse el rostro, que se congregaron en el aeropuerto de la localidad de Valdosta. La primera dama hizo de maestra de ceremonia con una breve intervención en la que destacó la importancia de mantener los escaños republicanos en el Senado.

La pareja presidencial se trasladó a Georgia para respaldar la candidatura al Senado de los republicanos Kelly Loeffler y David Perdue, quienes el próximo 5 de enero se enfrentarán a los demócratas Raphael Warnock y John Ossoff, después de que ningún aspirante consiguiera suficiente margen el pasado 3 de noviembre para evitar una segunda vuelta. Si ambos demócratas se imponen, se acabaría el dominio republicano del Senado en una cámara dividida exactamente por la mitad, 50 a 50.

Más de un mes después de la victoria de Joe Biden en las elecciones, Trump insistió, sin presentar pruebas, en que los demócratas hicieron trampa.

“Ganamos en Georgia”, afirmó en el acto, pese a que los conteos señalan que fue derrotado allí por más de 12.000 votos. “Debes ir a votar temprano a partir del 14 de diciembre. Hicieron trampa y manipularon esta elección presidencial, pero aun así las ganaremos”, agregó Trump. En ese contexto, vaticinó que “también intentarán manipular esta elección”.

Medios locales revelaron el sábado que, antes de su viaje a Georgia, Trump llamó al gobernador de ese estado, el republicano Brian Kemp, para presuntamente instarlo a persuadir a los legisladores estatales para que revoquen la victoria a Biden y pedir que ordenara una auditoría de las firmas de los votantes ausentes.

Según The Wall Street Journal, el mandatario planteó a Kemp que convocara una sesión especial del legislativo estatal para que los legisladores designaran electores pro Trump que inclinarían el Colegio Electoral a su favor.

El diario The Washington Post aseguró que el gobernador declinó esa petición. “Como le dije al presidente, he pedido públicamente una auditoría de firmas tres veces para restablecer la confianza en nuestro proceso electoral y asegurar que sólo se cuenten los votos legales en Georgia”, escribió Kemp en su cuenta de Twitter, sin entrar en detalles.