- El presidente estadounidense, Donald Trump, apareció ayer por sorpresa en la Marcha MAGA(Make America Great Again) celebrada en Washington DC entre los gritos de apoyo de los asistentes. El mandatario se dejó ver en su coche, que recorrió lentamente la zona mientras el presidente saludaba a sus simpatizantes, que apoyan su versión sobre el fraude electoral y su legitimidad como presidente, mientras el multimillonario sigue sin dar su brazo a torcer. Aún así, en su primera aparición pública desde los comicios, en la que no permitió preguntas, dejó entrever la posibilidad de que la próxima Administración no sea la suya.

Los asistentes respondieron con gritos de “¡USA, USA!”, y muchos de ellos persiguieron el vehículo presidencial para intentar sacarse una fotografía. El viernes Trump ya insinuó que podría participar en un mensaje publicado en Twitter en el que explicaba que “puede que intente pasarme y saludar”. “Es emocionante ver el gran apoyo que hay, en particular en las manifestaciones orgánicas que surgen por todo el País, incluida la gran manifestación del sábado en DC”, resaltó. Entre los convocantes de la marcha hay grupos supremacistas de extrema derecha como Proud Boys (Chicos Orgullosos) o Oath Keepers (Los Guardianes del Juramento).

Las marchas se deben a que el presidente saliente de Estados Unidos, Donald Trump, sigue sin reconocer su derrota en las elecciones presidenciales del pasado 3 de noviembre. Ayer, durante su primera aparición pública en ocho días, buscó capitalizar los avances frente a una vacuna contra el COVID-19.

Sin hacer ni una sola mención a los comicios o a su resultado, el mandatario subrayó en una intervención en la Casa Blanca que en los últimos nueve meses su Administración “ha iniciado la mayor movilización en la historia de EEUU en el desarrollo y la fabricación de terapias y vacunas en un tiempo récord”.

En ese sentido, destacó que la operación lanzada por su Gobierno para la fabricación y distribución de vacunas y tratamientos contra “el virus de China”, como ayer lo volvió a denominar, es “inigualable en ninguna parte del mundo”. “Los líderes de otros países me han llamado para felicitarnos por lo que hemos sido capaces de hacer, y hemos ayudado a muchos países con los respiradores, y todos los problemas que están teniendo”, aseguró.

De este modo, quiso atribuir a su Gobierno los progresos por parte de la farmacéutica Pfizer, que el lunes anunció que su vacuna contra el COVID-19 era eficaz en un 90% de los casos, por encima de lo requerido por los reguladores estadounidenses, lo que permite augurar una rápida autorización de emergencia para su puesta a disposición del público.

Sobre las futuras medidas hasta la comercialización de la vacuna, Trump dejó entrever la posibilidad de que haya un relevo en la Casa Blanca: “Este gobierno no ordenará un confinamiento. Ojalá lo que suceda en el futuro... quién sabe qué administración será. Creo que el tiempo lo dirá. Pero puedo decir que este Gobierno no decretará un confinamiento”.

Asimismo, criticó que Pfizer haya dicho que no formaba parte de la operación de su Administración, lo que calificó como una “tergiversación desafortunada, porque son parte de ella y por eso les dimos 1.950 millones de dólares”, aseguró. “Ha sido un error desafortunado que hicieron cuando dijeron que trabajarían para lograr una autorización de emergencia”, justificó.

Según la página de verificación de datos Snopes, empleada por diversos medios de comunicación estadounidenses, Pfizer ha recibido 1.950 millones de dólares para la fabricación y distribución de la vacuna en EEUU, pero esto no significa que el Gobierno haya destinado fondos a su investigación y desarrollo.