- Donald Trump colocó ayer en el Pentágono a tres de sus aliados, desmembrando así la cúpula civil del Departamento de Defensa después del despido el lunes de su titular, Mark Esper, que se negó a reprimir el movimiento Black Lives Matter con el Ejército, y las consiguientes dimisiones de tres de sus compañeros. Todo ello para cubrirse las espaldas en un momento en que el mandatario se niega a reconocer su derrota en las elecciones frente al demócrata Joe Biden.

El Departamento de Defensa informó en un comunicado de la renuncia del subsecretario en funciones de Defensa para Política, James Anderson; del subsecretario de Defensa para Inteligencia y Seguridad, el vicealmirante retirado Joseph Kernan; y de la jefa de Gabinete de la Secretaría de Defensa, Jen Stewart.

El puesto de jefe de Gabinete de la Secretaría de Defensa es el cargo más importante reservado para los civiles en el Pentágono, porque es quien marca la agenda del secretario de Defensa. Por su parte, el subsecretario de Defensa para Inteligencia y Seguridad es el principal asesor civil en asuntos relacionados con inteligencia militar; mientras que el de Defensa para Política es el máximo responsable de este ámbito en el Pentágono.

La nota explica que Anderson, Kernan y Stewart presentaron este martes sus cartas de renuncia, aunque la del segundo, indicó, era algo “planeado desde hace meses”.

Sin embargo, el medio Foreign Policy, que citó tres fuentes conocedoras de estos movimientos, precisó que Anderson, quien trabajó para la Administración de George W. Bush (2001-2009), ha sido despedido tras una relación “tumultuosa” con la Casa Blanca.

De acuerdo a la revista especializada en política internacional, Anderson había rechazado una serie de nombramientos por parte de Trump al considerarlos excesivamente leales a la Casa Blanca.

En su carta de dimisión de la que se hizo eco ese medio, el exsubsecretario mencionó indirectamente los retos legales y éticos a los que pueden enfrentarse las nuevas designaciones de Trump, quien insiste en que hubo un fraude en los comicios.

“Ahora, como siempre, nuestro éxito a largo plazo depende de la adhesión a la Constitución de EEUU, que todos los funcionarios públicos juran defender”, recordó Anderson en un extracto de la misiva.

Aparte de informar de los cambios en la cúpula civil del Pentágono, el Departamento de Defensa anunció los nuevos nombramientos. El nuevo subsecretario de Defensa para Política será el general de brigada retirado Anthony Tata, quien ha trabajado en esta sección del Pentágono como funcionario de alto rango.

Tata es una figura leal a Trump, excolaborador de la cadena televisiva afín Fox News y en el pasado ha apoyado teoría conspiratorias sostenidas por el presidente de Estados Unidos. Ha sido designado de nuevo después de que el verano pasado fuera rechazado para el puesto en el Senado por sus comentarios islamófobos.

Por su parte, Kernan será reemplazado como subsecretario de Defensa para Inteligencia y Seguridad por Ezra Cohen-Watnick, que hasta ahora había ejercido como secretario adjunto en funciones para los Conflictos de Baja Intensidad. En el caso de Stewart, será reemplazada como jefa de Gabinete del Departamento de Defensa por Kash Patel, que ha formado parte del personal del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.