- La campaña electoral de Estados Unidos llegó ayer a su fin elevando un grado más la tensión entre el candidato republicano, Donald Trump, y el candidato demócrata, Joe Biden, debido a varias acciones violentas por simpatizantes de Trump, mientras que la participación continúa disparada.

Esto, en principio, favorecería al cambio porque, según los expertos, movilizaría al votante demócrata que, aun no estando entusiasmado con su candidato, no dudaría en apoyarle por miedo a que se repitiera lo que ya ocurrió en 2016. En aquella ocasión, la falta de carisma de Hillary Clinton le condenó a la derrota porque las encuestas daban por segura su victoria, pero Trump se la arrebató mediante la victoria en algunos de los estados clave. De nada sirvieron los tres millones de votos más que obtuvo el Partido Demócrata.

Según los analistas, para que esto suceda de nuevo, Trump debería tener ventajas claras "en Ohio, Florida, Carolina del Norte, Texas, Iowa, Arizona y Georgia", los conocidos como estados bisagra, porque no tienen definida la dirección de su voto.

Con la lección aprendida por los demócratas, nada está decidido. Pero algo que quedó claro antes de los comicios es que en EEUU no existe el concepto de jornada de reflexión. Biden denunció ayer que decenas de partidarios del presidente rodearon su casa en Delaware con vehículos todoterreno, mientras que el FBI ha comenzado una investigación contra un grupo de simpatizantes que hicieron lo propio en torno a un autobús de la campaña del exvicepresidente en la carretera mientras estaba en marcha.

Ayer, Trump hizo acto de presencia en cinco eventos, celebrados cada uno de ellos en cuatro estados diferentes: Carolina del Norte, Pensilvania, Michigan y Wisconsin. Además, en sus actos del domingo, el presidente defendió su gestión económica y acusó a Biden de ser una "marioneta de Castro", mientras sus seguidores le pidieron que despida al máximo responsable científico de la lucha contra el coronavirus en el país, Anthony Fauci, el homónimo de Fernando Simón en España.

Al menos en principio y a la espera de los resultados, una prueba de que los demócratas son conscientes del peligro de Trump es que, en estados como Texas, tradicionalmente republicano, ya han votado más personas que en las elecciones que le enfrentaron con Hillary Clinton.

Precisamente, en este estado, el Tribunal Supremo ha desestimado una demanda del Partido Republicano para que se invalidaran 127.000 votos emitidos por adelantado en la ciudad de Houston por haberse realizado en un formato que permitía a los ciudadanos votar desde el coche.

Tras unas primeras declaraciones en las que reclamaba que el resultado de las elecciones debía conocerse en la propia noche electoral, Trump ha reculado y ha asegurado que esperará a que se cuenten los votos antes de reclamar la victoria en caso de ser el más votado.

En la mayoría de estados del Cinturón del Óxido, la zona industrial del entorno de los montes Apalaches, claves para determinar la victoria en estos comicios, los votos por correo se cuentan después que los votos presenciales, por lo que los resultados podrían variar mucho a medida que avanza el recuento, ya que se espera que más republicanos voten presencialmente el mismo martes y más demócratas lo hagan por correo.

biden, acosado, suspende actos

Por su parte, el candidato demócrata Joe Biden ha centrado su discurso en la recta final de la campaña en la mala gestión de la pandemia de Donald Trump y su equipo de Gobierno. Los actos finales del candidato demócrata en el estado de Texas se suspendieron después de que los simpatizantes de Trump rodearan el vehículo en el que viajaba.

El autobús de la campaña de Biden viajaba de San Antonio a Austin como parte de un impulso para instar a los partidarios de Biden a emitir sus votos en el último día de votación anticipada del estado. En un momento dado, decenas de vehículos todoterreno con banderas de la campaña de Trump, lo que en el estado se conoce como "los trenes de Trump", comenzaron a rodear al autobús con la intención de obligarle a detenerse en una acción que el FBI ha anunciado este domingo que investigará.

En un vídeo publicado por CNN se puede ver como los vehículos rodean el autobús e incluso realizan una maniobra agresiva para obligar a cambiar de carril a un turismo que seguía al vehículo de la campaña de Biden. Los responsables de campaña llamaron a la Policía para obtener una escolta que finalmente les permitió llegar a su destino sin más incidentes. Ninguno de los pasajeros del autobús resultó herido.