- Una nueva oleada de protestas en ciudades como Louisville, Washington, Nueva York o Atlanta reactivaron ayer las movilizaciones del movimiento antirracista en Estados Unidos, que, bajo el lema Black Lives Matters, recorre las calles desde el asesinato policial de George Floyd el pasado 25 de mayo. En este caso, el detonante fue la absolución de los agentes implicados en el asesinato de Breonna Taylor, una mujer negra de 26 años tiroteada en su propia casa.

El fiscal general del estado de Kentuchy, Daniel Cameron, solo presentó cargos menores contra uno de los tres agentes involucrados en la muerte por haber disparado contra un apartamento contiguo, y en ningún caso por los hechos que condujeron a la muerte de la afroamericana de 26 años, que estaba en su cama cuando uno de las más de treinta balas disparadas por los policías acabó con su vida.

Las protestas comenzaron nada más conocerse que el único de los tres imputados, el exagente de policía Brett Hankison, salió en libertad tras el pago de una fianza de 15.000 dólares, ya que solo estaba acusado de negligencia.

Los manifestantes tomaron las calles y prendieron pequeños fuegos en el centro de la ciudad, uno de los cuales afectó a las instalaciones del palacio de Justicia del condado.

Sobre las 20.30 horas, poco antes del inicio del toque de queda por el coronavirus, dos policías fueron tiroteados y trasladados a un hospital, donde fueron estabilizados y se encuentran fuera de peligro, aunque uno de los agentes precisó cirugía.