- Tijanóvskaya, líder de la oposición bielorrusa, ahora exiliada en Lituania, reconoció en una entrevista a El País que se siente la presidenta nacional electa y afirmó que los bielorrusos, e incluso el presidente del país, son conscientes de que los resultados de los comicios fueron modificados. Subrayó también que lo que busca al estar en política es desbancar a Lukashenko e impulsar la transformación de Bielorrusia.

“La ciudadanía quiere poder elegir un líder por sí misma. Ahora sienten que son una nación unida y no personas separadas. Estoy orgullosa de que, pese a todo lo que ha pasado, la gente en Bielorrusia y en la diáspora está mostrando al mundo un gran respeto y apoyo”, señaló la opositora.

Mientras, el problema bielorruso no pasa desapercibido en las esferas internacionales. Los ministros de Exteriores de la UE debatieron ayer la necesidad de redoblar la presión sobre Bielorrusia con más sanciones, para que Minsk desista de reprimir con violencia a opositores y manifestantes pacíficos.

El alto representante de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell, explicó que los ministros van a analizar el “nivel de sanciones”, así como quiénes van a ser sancionados. El debate se centra, entre otras cuestiones, en si entre los objetivos debe encontrarse el propio presidente bielorruso, Aleksandr Lukashenko, que lleva en el poder 26 años. El objetivo de la UE, según los ministros, es que Lukashenko inicie un diálogo con la sociedad civil.