- La Policía de Atlanta (Georgia, EEUU) confirmó ayer que ha despedido a un agente blanco que mató a tiros este viernes al joven negro Rayshard Brooks, y que detuvo a al menos 36 personas tras una noche de intensas protestas que incluyeron el incendio de un restaurante.

Un portavoz de la Policía de Atlanta, Carlos Campos, dijo a primera hora de ayer a varios medios que el agente que disparó a Brooks, identificado como Garrett Rolfe, ha sido despedido, mientras que su compañero Devin Bronsan, que participó en un forcejeo con la víctima, se encuentra de baja administrativa.

Rolfe tiene 27 años, la misma edad que el afroamericano que murió debido a sus disparos, y trabajaba en el Departamento de Policía de Atlanta desde 2013, explicó el portavoz a ABC News.

La muerte de Brooks, en plena ola de protestas en EEUU por la violencia policial contra los afroamericanos, causó una profunda conmoción en Atlanta y provocó este sábado la dimisión de la jefa de Policía de la ciudad, Erika Shields.

Brooks falleció a tiros la noche del viernes en el aparcamiento de un restaurante de comida rápida de la cadena Wendy’s, tras resistirse a ser detenido, forcejear con los dos agentes blancos, quitarles una pistola de descarga eléctrica e intentar huir, según el Buró de Investigación de Georgia (GBI, en inglés).

La Policía acudió a la zona tras recibir un aviso de que un hombre, Brooks, estaba “dormido en un vehículo aparcado delante de la ventanilla” del restaurante, lo que dificultaba la recogida de alimentos a otros clientes, explicó el GBI.

Un vídeo de la cámara que llevaba adherida al uniforme uno de los agentes, publicado por la Policía, muestra que los oficiales hablaron durante casi media hora con Brooks antes de que comenzara la confrontación.

Brooks, de pie ante los agentes en el aparcamiento, se mantuvo calmado, confirmó que había bebido “una copa y media” y cooperó con los agentes, a los que pidió que le dejaran aparcar allí su coche y caminar hasta casa de su hermana.

Los agentes confirmaron que estaba ebrio con una prueba de alcoholemia y Bronsan intentó ponerle las esposas, pero Brooks se sacudió y los tres acabaron en el suelo, con los policías advirtiéndole de que iban a darle una descarga eléctrica si se resistía.

Brooks, tras quitarles la pistola eléctrica y huir, alargó su brazo hacia atrás y apuntó a Rolfe. Este agarró entonces su arma y disparó a Brooks, que cayó al suelo y murió.

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Al menos siete agentes de la Policía de Mineápolis han dimitido y abandonado el cuerpo desde que comenzaron las protestas por la muerte de Floyd el 25 de mayo.