Dos de las principales fiestas de Euskal Herria coincidirán en 2024. Una comisión local de Baiona decidió adelantar las fiestas de la capital labortana al 10 de julio, lo que chocará con los sanfermines de Pamplona. ¿La razón? Los Juegos Olímpicos y la orden del Gobierno francés de que no haya ningún otro evento masivo en el Hexágono entre el 26 de julio y el 11 de agosto.

El ministro del Interior francés, Gérald Darmanin, anunció a finales de octubre que todo acto o festividad masiva debería quedar suspendido. Las fiestas de Baiona, con 1,2 millones de visitantes en 2022, son una de esas celebraciones masivas y su alcalde, Jean-René Etchegaray, entendió la decisión, aunque mostró su contrariedad (“parece que Interior se hubiera dado cuenta ahora de las consecuencias de organizar unos Juegos en París, candidata desde hace muchos años”).

Aun así, ya planteó que la opción de mover las fiestas de Baiona “unos días” descartaba la posibilidad de celebrarlas en junio o agosto, habida cuenta de que habría que coordinar con las fiestas de la Magdalena en Mont-de-Marsan (este año, entre el 19 y el 23 de julio) o la Feria de Dax (del 11 al 15 de agosto).

Las fiestas de Baiona son uno de esos acontecimientos que el calendario francés ha obligado a cambiar para garantizar la seguridad de la gran cita olímpica, que recalará por tercera vez en la capital francesa a partir del 26 de julio. Una fecha similar a la de las fiestas lapurtarras, que arrancan el último miércoles de julio. En 2024 hubiera sido el 24. el también presidente de la Mancomunidad Vasca fue claro: “Es inconcebible celebrar las fiestas sin los refuerzos de seguridad”.

El del solapamiento con Pamplona era un riesgo que no teníamos otra que asumirlo”, reconoce el alcalde de Baiona, Jean-René Etchegaray, en declaraciones que recoge France Bleu Pays Basque. Ambas capitales se encuentran hermanadas y las respectivas fiestas son perfecta imagen de ello, ya que Baiona suele dedicar una jornada a Pamplona, y los sanfermines, otro día festivo a la ciudad lapurtarra.

Tasa, a 12 euros

En 2023, las fiestas no sufrirán ninguna alteración en el calendario y los baionarras ya cuentan las semanas para que el jolgorio arranque el 26 de julio. Cinco días de fiesta, concentrada entre el viernes y el domingo, que volverán a costar un pago en el acceso: en este caso, la tasa que se implantó en 2018 para que los foráneos accedan al recinto festivo ha subido de 10 a 12 euros.

Baiona asume un gasto superior a 3 millones de euros por estos cinco días de fiesta, de los que más de 1 millón corresponde a la seguridad.