UPN ha resucitado la guerra de las banderas en Iruñea. Es evidente que las banderas son un símbolo muy potente que el partido regionalista no va a desaprovechar necesitada como está de golpes de efecto ante la amenaza de escisión provocada por los diputados díscolos Sergio Sayas y García Adanero y la posibilidad de quedar fuera del Gobierno de navarra el año que viene por tercera legislatura consecutiva.

El jueves, el alcalde de Iruñea, Enrique Maya, inauguró una bandera de Navarra tamaño XXL, una enseña gigantesca que ondea sobre un mástil de más de 30 metros en la Plaza de los Fueros. Su coste ha ascendido a 100.000 euros pero para Maya de UPN está justificado: “Simboliza nuestra identidad navarra. La bandera era necesaria”.

El alcalde, ajeno al revuelo y al malestar ciudadano que ha generado esta decisión, señaló que el alto coste de la bandera se explica por sus condicionantes para funcionar a nivel estructural y mecánico. “Las cosas valen lo que valen”, sentenció Maya que utilizó el argumentario de siempre para intentar huir de las críticas y echó balones fuera: “Navarra es una tierra complicada y cuando tomas una decisión como esta todo se centra en el coste. La bandera cuesta exactamente lo mismo que la Korrika pasase por Pamplona más el retrato de Joseba Asiron (exalcalde de Iruñea, de EH Bildu) en el Palacio del Condestable. Que la gente haga cuentas”.

Además, afirmó que la instalación de la bandera no había generado “ninguna polémica. La inmensa mayoría de la gente está contenta de que se haya colocado una bandera de Navarra en un lugar emblemático como es la Plaza de los Fueros. Todo el mundo me ha hablado bien. Todo ha salido perfecto y estoy muy contento”, indicó.

Pero la historia tiene una segunda parte. Al término de la inauguración de la megabandera navarra, anuncio que no permitirá que los pamploneses y pamplonesas introduzcan ikurriñas de grandes dimensiones el 6 de julio en el Txupinazo. “Lo que no se puede es querer tapar la Plaza Consistorial con una bandera. No se puede priorizar el uso de la bandera sobre la seguridad de las personas que están presenciando el Txupinazo en la plaza”.

El bando de San Fermín, publicado por el Ayuntamiento prohíbe entrar a la Plaza Consistorial y Plaza del Castillo con “palos, envases de vidrio, vasos de vidrio, latas de bebida que no estén abiertas, banderas o telas de gran tamaño con las que se pueda cubrir a un elevado número de participantes que puedan ocasionar movimientos de masas indeseados”.

Ante las preguntas de los periodistas, Maya adelantó que los ciudadanos sí que podrán meter ikurriñas de dimensiones pequeñas, de bolsillo. “Cada uno es libre de llevar la bandera que quiere. Cualquier ciudadano del País Vasco puede venir a la Plaza Consistorial con la bandera que le dé la gana y exhibirla, como un asturiano la de Asturias. “Cómo vas a prohibir a alguien que lleve en el bolsillo su bandera?”, se preguntó Maya.

Las palabras de ayer contradicen con la actitud que Navarra Suma ha tenido en los últimos sanfermines. Como se recordará, el 6 de julio de 2013, los agentes de Policía Municipal y Foral cargaron contra jóvenes que querían celebrar el inicio de las fiestas con ikurriñas. “Eso era otra cosa. Querían invadir la plaza con una presencia masiva de ikurriñas de gran tamaño y todos sabemos lo que hay detrás de eso. Ya sabemos el jueguecito que hay aquí”, señaló.