El presidente de Repsol, Antonio Brufau, se ha mostrado partidario de la descarbonización de la economía y la sociedad, pero ha advertido de que este proceso no puede cerrarse en un corto periodo de tiempo y trasladando todas las responsabilidades a la industria. Según dice, esta apuesta debe sostenerse en tres pilares, la sostenibilidad, la seguridad de suministro y la competitividad, y ha lamentado que Europa "se olvide" de estos dos últimos componentes primando la sostenibilidad energética.

Durante su intervención en el encuentro empresarial organizado por Elkargi en Donostia, el presidente de Repsol ha afirmado que "nadie discute una economía descarbonizada, pero esto no se consigue mañana y conlleva muchísimos costes". Por este motivo, ha abogado por establecer una hoja de ruta que tenga como horizonte 2050 y que contemple todas las alternativas, desde la electricidad hasta los combustibles fósiles.

A este respecto, ha considerado necesario intensificar la investigación sobre cómo hacer más sostenibles los combustibles fósiles, que cree que se mantendrán en 2050, con técnicas que reduzcan su contenido contaminante en lugar de desecharlos por principio. Ha lamentado que estas tecnologías no se desarrollan "porque no interesa" aunque citó una salvedad como es Euskadi que, según dice, sí ha mostrado una sensibilidad por la economía circular, el hidrógeno verde o la constitución de un polo de descarbonización.

Ha afirmado que los expertos europeos defienden la combinación de la energía eléctrica con la combustión en los automóviles, siempre y cuando esta última sea más limpia que la actual. Se ha mostrado convencido de que esta situación es viable dentro de dos décadas y media si se permite explorar todas las posibilidades puesto que "las tecnologías que tendremos en 2050 todavía no están descubiertas".

También ha lanzado un mensaje a los responsables políticos para pedirles que valoren el trabajo de los científicos y, así, ha manifestado que en un año se logró una vacuna contra el covid-19 porque la ciencia pudo trabajar sin ataduras y ha pedido la misma actitud con respecto a la carbonización. Al mismo tiempo, ha propuesto no prohibir ninguna tecnología en los vehículos, sino mantener la oferta en el mercado para que exista libre competencia "y los ciudadanos ya sabrán cuál comprar".GLOBALIZACIÓN

En el encuentro ha participado también la directora general adjunta de la Organización Mundial del Comercio OMC, Anabel González, quien ha abordado los recientes problemas en las cadenas de suministro mundiales cuya raíz, según ha explicado, se encuentra en la pandemia de coronavirus, el cambio climático y las desavenencias políticas.

González ha considerado que la solución no se encuentra en que los países busquen un abastecimiento más cercano, en "desglobalizar" las cadenas de suministro, sino en que se diversifiquen. Localizar en extremo los suministros no eximiría, en su opinión, a la economía de un país de encontrar problemas y en este sentido ha citado como ejemplo que una fuerte inclemencia meteorológica en un Estado podría cortar el suministro de materiales si solo se utilizan los próximos, mientras que tener diversificada esta actividad le permitiría obtenerlos de otros países.

La tercera intervención, esta vez telemática, ha correspondido a Ricardo Mourinho-Félix, vicepresidente del Banco Europeo de Inversiones BEI, quien ha incidido en que la lucha contra el cambio climático no depende solo de inversiones públicas, sino que el sector privado se debe involucrar.