La Ertzaintza registró ayer una vivienda de Bilbao que podría estar relacionada con el caso del presunto asesino en serie de gais, según fuentes próximas a la investigación. La inspección se produjo por la mañana en la calle Olano del barrio de Bilbao La Vieja y los agentes sacaron varias cajas y bolsas con materiales.

La policía científica de la Er-tzaintza registró la vivienda en busca de más pruebas relacionadas con el caso. El Departamento de Seguridad no ofreció datos sobre este registro, ya que el caso sigue bajo secreto sumarial.

El presunto asesino permanece en la prisión de Basauri desde el pasado fin de semana. Fue el jueves 5 de mayo cuando el ahora detenido se presentó voluntariamente en la comisaría de la Ertzaintza de Irun, donde residía.

Con respecto a este caso, el consejero de Seguridad del Gobierno Vasco, Josu Erkoreka, aseguró el miércoles que el detenido llegó a Euskadi desde Bruselas pero con anterioridad también estuvo en otros lugares del Estado, por lo que se investiga en paralelo a través de la coordinación policial “lo que podría haber hecho en otros lugares”.

También afirmó que, con los datos de los que disponen actualmente, aún no han determinado si “las muertes son motivadas por odio hacia el colectivo gay, ya que todas las víctimas formaban parte de él, o simplemente consecuencia de intentos de robos”.

En este sentido, indicó que “parece que la razón principal es robar, pero no me atrevo a negar totalmente que no existan factores de odio”. “También pueden ser ambos, es decir, una cosa no quita la otra, y puede ser que les hubiera querido robar y, al mismo tiempo, haya un fondo de odio hacia el colectivo”, explicó.

Por otro lado, Erkoreka insistió en que la investigación va a ser “larga” y que “no se va a esclarecer del todo en meses”, por lo que pidió “dar tiempo a la investigación judicial y policial”, y “actuar con prudencia, porque es un caso muy delicado”. Asimismo, el consejero de Seguridad consideró que responder a la pregunta de cuántos asesinatos ha podido haber “puede ser una vía al alarmismo”, y que, “mientras dure la investigación y las hipótesis sean hipótesis, no podemos vender cosas como si estuvieran probadas”.