El Gobierno de Navarra ha aprobado hoy en sesión extraordinaria la reforma del Convenio Económico, paso previo para su aprobación en el Parlamento este mismo mes. El Ejecutivo de Chivite acelera así el trámite administrativo de una ley que logrará aprobar con el apoyo de Navarra Suma, y la crítica de Geroa Bai y EH Bildu, y que ha dilatado durante tres meses para evitar que coincidiera con la polémica convalidación de la reforma laboral.

Se desbloquea así una reforma que la consejera de Hacienda tuvo que levantar a última hora en el pleno del 23 de diciembre por falta de apoyos. Se trata de una ley orgánica que requiere de al menos 26 votos favorables, y las abstenciones de Navarra Suma, Geroa Bai y EH Bildu lo hacían inviable.

Los dos socios del Gobierno han reclamado desde entonces modificar un punto de la reforma, el que hacía referencia al índice de imputación y que, según su criterio, con la nueva redacción suprimía competencias al Parlamento, debilitando así la posición de Navarra en su negociación con el Estado en cuestiones financieras.

Hacienda se ha negado sin embargo a modificar un texto que ya tenía pactado con el Ministerio de Hacienda, y en los últimos tres meses ha ido retrasando la votación hasta lograr el clima político adecuado. El momento ha llegado ahora, una vez que Navarra Suma ha oficializado su apoyo al texto tal y como está, y se ha disipado la tormenta política creada en torno a la reforma laboral.

En síntesis, la situación es la misma que hace tres meses, salvo el cambio de criterio de Navarra Suma. Un escenario que ha creado malestar en Geroa Bai, que considera que el acuerdo entre UPN y PSN esta cuestión estaba cerrado desde al menos hace un mes, y que se ha mantenido oculto para evitar el desgaste político de los socialistas.

En cualquier caso, Hacienda logra su objetivo, que no era otra que sacar la ley tal y como está. "Esta decisión (la aprobación del Convenio en sesión de Gobierno) llega tras las sucesivas rondas de contacto mantenidas desde el Departamento de Economía y Hacienda con los distintos grupos parlamentarios en busca del consenso necesario para garantizar la aprobación del texto en la Cámara; un consenso que se traducirá en que la ley salga adelante sin votos en contra", ha celebrado hoy el propio Gobierno en una nota.

Pero este triunfalismo del PSN tiene sus matices, fundamentalmente porque la ley nunca tuvo votos en contra y la ronda de contactos solo ha servido para facilitar el cambio de opinión de la derecha. Pero era evidente hoy en el Parlamento, donde los socialistas han puesto énfasis en la capacidad de acuerdo del Gobierno para sacar adelante sus proyectos de ley.

Por un lado, la ley de Cambio Climático que se aprueba hoy gracias al acuerdo de la mayoría progresista. Y por otro, el Convenio Económico, con el apoyo de la derecha. La sesión extraordinaria de hoy permite además al PSN escenificar ambas cuestiones el mismo día y compensar así la foto con UPN en un tema especialmente sensible para los socios del Gobierno.

Un escenario de centralidad política que el PSN puede aprovechar a un año de las elecciones, pero que deja también un coste importante en la relación interna en el seno de la coalición de Gobierno. La tensión entre el PSN y Geroa Bai es cada vez más evidente, y la herida que deja la tramitación del Convenio Económico va a tardar en sanar.