El 'Aita Mari' fondea en Sicilia

una travesía casi a pedir de boca. Las condiciones de la mar eran ayer ideales para navegar rumbo hacia el puerto siciliano de Augusta, donde el Aita Mari fondeó anoche con 50 náufragos a bordo. La meteorología fue favorable, pero aún más la disposición de ánimo y “el espíritu de colaboración” que han mostrado en todo momento los migrantes rescatados, todos ellos de Marruecos. “Estos chicos, contra todo prejuicio que lamentablemente persiste en la sociedad, se han mostrado educados a más no poder”, señalaba a este periódico poco antes de atracar en el puerto siciliano el presidente de Salvamento Marítimo Humanitario (SMH).

El Aita Mari recibió ayer la notificación desde el Centro de Coordinación Marítima de Roma de la asignación de Augusta (Sicilia) como puerto seguro para desembarcar a las personas que el jueves pasado fueron localizadas en aguas de Malta. Tras un fin de semana a la expectativa, una alegría contenida se fue contagiando poco a poco entre los ocupantes del atunero vasco reconvertido en buque de rescate. Mijangos asegura nunca había visto un comportamiento semejante en ninguno de las siete misiones en las que ha intervenido. “Suele ser habitual que haya personas que por sus propias vivencias se agiten y se muestren nerviosas conforme pasan los días. En esta ocasión, casi resulta inaudito. En todo momento se han mostrado muy agradecidos, ha sido modélico”, aseguraba este experimentado profesional, primer oficial a bordo del barco.

autorización

“Alivio”

Desde Libia

La tripulación recibió a las 11.55 horas la autorización para desembarcar en el puerto siciliano adonde estaba previsto que llegaran a última hora de la tarde.

Las 50 personas rescatadas, entre las que hay cuatro menores no acompañados, se encuentran en buen estado de salud y recibieron “con alivio” la noticia del destino de un viaje que todavía no ha concluido.

Durante estos días a bordo no ha sido fácil comunicarse verbalmente con ellos. Apenas hablan inglés, pero las caras y las muestras de gratitud lo dicen todo. “El rescate fue sencillo y no ha habido el más mínimo problema”.

Mijangos entiende que hay dos razones que explican por qué todos los rescatados son de Marruecos. “Aunque sería mucho más sencillo intentarlo por España, parece evidente que el cierre de fronteras decretado lo hace muy difícil”. Subyace por ello una razón económica. En la actual situación, aunque la geografía parezca desmentirlo, resulta “menos costoso” intentarlo por Libia.

SMH informó el jueves pasado que los migrantes habían partido desde este país africano y navegaban por el Mediterráneo central en una embarcación sobrecargada cuando fueron localizados.

Anoche el Aita María fondeó en Sicilia pero está previsto que el desembarco se lleve a cabo durante el día de hoy. No hay ningún caso positivo por covid-19 en el barco. Todos se encuentran en buen estado de salud, aseguran desde Salvamento Marítimo Humanitario, aunque deberán someterse a los test y guardar cuarentena. Entre los rescatados, todos varones, hay cuatro menores, tres de 17 años y otro de 16, que serán trasladados a centros de atención acordes a su edad.

Con respecto al aislamiento que guarden los adultos rescatados, la ONG censuraba ayer que estos procedimientos se suelen llevar a cabo “sin asistencia letrada”, contraviniendo las normas de derechos humanos.

Salvamento Marítimo Humanitario agradeció los esfuerzos de las entidades involucradas, “en particular” al Centro Nacional de Coordinación por conseguir un lugar de desembarco seguro “en el menor tiempo posible”.

El atunero vasco ya había auxiliado en febrero a 102 migrantes, la mayoría de origen somalí, entre los que había un bebé y siete mujeres.

El pasado 19 de febrero rescató a una segunda embarcación a la deriva con 46 personas a bordo. En la anterior misión, el barco había partido el pasado día 12 de Almería tras más de dos meses de periplo burocrático para poder zarpar.