El Foro Social Permanente ha presentado en Bilbao el documento 'Análisis sobre avances, bloqueos y retrocesos en la resolución de la cuestión de las personas presas', un informe en el que señalan que en los cuatro centros penitenciarios que funcionan en Euskal Herria hay espacio suficiente para acoger al conjunto de reclusos de ETA desperdigados por prisiones españolas.

En su comparecencia, protagonizada por Nazario Oleaga, Agus Hernan, Nekane Alzelai y Teresa Toda, el Foro ha dado por superada la fase "inmovilista" en materia penitenciaria que caracterizó la política del Gobierno de Mariano Rajoy. Con Pedro Sánchez en Moncloa, se ha producido un cambio que, si bien fue tímido en una primera fase, desde julio de 2020 ha mantenido una evolución de acercamientos "constante" que se ha acelerado en el último trimestre del año a una media de "5-6 presos por semana".

Pese a estos movimientos, el Foro Social ha apremiado a avanzar más rápido, porque "aunque se están dando pasos en la buena dirección, aún estamos lejos de un escenario de resolución integral". Los portavoces del foro recuerdan que, a día de hoy, la mayoría de presos que integran el colectivo del EPPK cumplen condena en primer grado en cárceles alejadas entre 600 y 1.000 kilómetros de distancia de Euskadi.

"No podemos dar por buenos esos acercamientos a medias, esos traslados limitados a reducir el kilometraje del alejamiento, difíciles de comprender en el escenario actual", han denunciado los miembros del Foro, al tiempo que subrayan el hecho de que solo una minoría de los presos se encuentra en cárceles de la CAV y Navarra. En general, los acercamientos han afectado mayoritariamente a presos de segundo grado, o en primero con aplicación del artículo 100.2 que lo flexibiliza, mientras que los traslados de personas en primer grado son "los menos".

En la comparecencia han asegurado que la voluntad ya expresada por la mayoría de los reclusos es la de progresar de grado pero "existen numerosas cárceles en las que la evolución de grados se presenta como un camino imposible de transitar" por la falta de un "programa específico" o el "sesgo ideológico de muchos de los funcionarios responsables del acompañamiento". Avanzar en esta senda será el objetivo del Foro Social para los próximos dos años.