Irun - Que el tren seguirá siendo en el futuro tan importante para Irun como lo fue en el pasado es algo cada vez más evidente con la progresiva definición de los primeros planteamientos que se terminarán traduciendo en Vía Irun, el gran proyecto de regeneración de su entorno ferroviario que la ciudad fronteriza va a afrontar a lo largo de los próximos años.

Aunque los primeros movimientos de levatamiento de vías han comenzado a producirse este mes, como todas las instituciones implicadas en su desarrollo han reiterado constantemente desde el principio, este no va a ser un proceso corto y, por ello, es necesario cimentarlo ahora, en sus primeros compases, sobre unas bases sólidas con unos criterios y objetivos que susciten grandes consensos tanto a nivel político como en la propia sociedad irundarra.

En ese sentido, el Ayuntamiento de Irun lleva meses desarrollando un proceso de participación ciudadana con el doble objetivo de divulgar qué es el proyecto y medir cuáles son los aspectos que los vecinos de la ciudad consideran más relevantes en el desarrollo del mismo. Dicho proceso finalizó el pasado 4 de marzo y el edil de Urbanismo, Miguel Ángel Páez y la arquitecta del área, Naiara Zabala, han presentado esta semana sus resultados y conclusiones.

Antes de comenzar a dar cuenta del proceso, Páez quiso aclarar que este solo se trata de “un primer proceso de participación” de un proyecto que se alargará durante varios mandatos más y que se volverá a requerir de la opinión de la ciudadanía en más de una ocasión en el futuro. En base a lo recabado hasta ahora, los técnicos deberán formular los criterios y objetivos que harán de guía para la elaboración de un planteamiento más detallado de cómo se ordenará dicho espacio. Ese planteamiento se recogerá en una propuesta de modificación del Plan General de Ordenación Urbana que será expuesta públicamente antes de su aprobación, y desde el área no cierran la posibilidad de realizar en dicho punto un segundo proceso de participación.

En cuanto al contenido del primer proceso, que Zabala desgranó, los temas que más preocupan a los irundarras en el desarrollo de Vía Irun son el espacio público que se generará, la nueva infraestructura ferroviaria y la movilidad, en ese orden.

Una de las demandas que más consensos ha suscitado entre los diferentes perfiles de los participantes (vecinos de distintos barrios, tejido asociativo, juventud, políticos...) es la generación de un espacio libre y verde que vaya desde la Aduana hasta el paseo Colón. Además, en la definición de la estrategia urbana para el desarrollo del ámbito hay también consenso para que este incluya espacios para la formación, para empresas, para emprendedores y para equipamientos, junto con viviendas y comercio, aunque, en esto último “hay matices”, en palabras de Zabala. “En general, se quiere que se incluya la mínima vivienda posible, la suficiente como para que la zona tenga actividad las 24 horas del día”, explicó la arquitecta. Asimismo, el comercio que se plantea para la zona es de proximidad, sugiriendo evitar las grandes superficies.

La intermodalidad de la futura estación es otro de los consensos que cuenta con mayor grado de unanimidad entre quienes dieron su opinión. En ese aspecto, los participantes consideran que la estación debe ser un intercambiador que, además de facilitar el cambio de modalidad de desplazamiento entre Cercanías, media y larga distancia y alta velocidad, debe complementarse con la renovación de la estación de autobuses interurbanos, manteniendo su parada de taxis e incluyendo conexiones peatonales y vías ciclables. En cuanto a las alternativas para el Topo, el acuerdo consensuado mayoritario apuesta por el desplazamiento de su vía para su integración completa con la nueva estación intermodal; la alternativa del soterramiento apenas tuvo apoyos.

Proceso útil Según los datos aportados por el área de Urbanismo, el 91% de los participantes estuvieron de acuerdo con que las sesiones participativas fueron útiles para comprender mejor la Vía Irun. Además de las sesiones presenciales, el proyecto se ha divulgado por diversas vías, como la exposición de la plaza Txanaleta, y se han recibido opiniones de la ciudadanía también mediante encuestas telefónicas y a través de Internet. Asimismo, tras las sugerencias recibidas en la primera ronda de sesiones presenciales, se decidió ampliar el proceso organizando cuatro sesiones en los barrios de Belaskoenea, Ventas, San Miguel y Anzarán, los cuatro barrios mas cercanos al entorno. A pesar de que, según Zabala, estas sesiones no fueron “cuantitativamente muy relevantes para las cifras finales del proceso”, otorgaron valiosas aportaciones cualitativa.

Los participantes en el proceso han calificado de media, siendo el 1 totalmente en desacuerdo y el 5 totalmente de acuerdo, cuestiones sobre Vía Irun de la siguiente manera:

Espacio público. Incorporar un gran eje verde en paralelo a la calle Balleneros: 4,8.

Estrategia territorial. Reconvertir el espacio ferroviario en desuso en una zona de actividad económica urbana: 4,65.

Infraestructura ferroviaria. Un intercambiador que sume la renovación de la estación de autobuses interurbanos, el aparcamiento, las conexiones viarias y peatonales con la ciudad: 4,8.

Movilidad. Integrar una red bidireccional peatonal y ciclista: 4,9.

Alternativa Topo 1. Integrar el topo en la nueva estación internacional junto con cercanías, alta velocidad, autobuses y taxis: 4,9.

Alternativa Topo 2. Soterrar el topo manteniendo su trazado actual y con estaciones

independientes: 1.

Actividades económicas. Generar una zona de actividad económica limpia, avanzada y no contaminante con un enfoque urbano: 4,2.

Equipamientos. Incorporar el edificio de la Aduana como equipamiento público, destinado

preferentemente a la innovación y la educación: 4,2.