Donostia - Las ventas de las empresas guipuzcoanas durante el primer semestre de 2017 crecieron un 4,5% gracias al impulso del mercado interno, ya que el comercio exterior del territorio se ralentizó hasta el punto de experimentar una caída con respecto al mismo periodo del año anterior.
Así se refleja en el informe que periódicamente realiza el departamento de Hacienda y Finanzas de la Diputación Foral de Gipuzkoa con datos obtenidos a través de las declaraciones del IVA y retenciones e ingresos por rendimientos del trabajo que presenta el tejido empresarial del territorio, y que aporta una visión general de la evolución de la economía guipuzcoana.
El positivo comportamiento que han tenido las ventas de las empresas aporta un nuevo motivo para pensar en una recuperación económica que no termina de asentarse como lo demuestran los serios problemas que surgen en reconocidas firmas asentadas en el territorio. Sin embargo, las declaraciones institucionales que apuntan a que no son la tónica general se refuerzan con los datos forales.
El incremento del 8,4% que han experimentado durante la primera mitad del año las ventas en el mercado interno consigue paliar los efectos del descenso de 2% de las exportaciones de las firmas guipuzcoanas. El sector servicios que presenta los mejores datos en los últimos informes emitidos aquí también se sitúa como el de mayor crecimiento en ventas, con un 9%.
El sector industrial, por su parte, ha tenido un comportamiento irregular puesto que comenzó el año de manera positiva, con tres meses consecutivos de crecimientos, pero vivió un estancamiento en abril y mayo, con caídas del 13,6% y del 5% respectivamente. La recuperación experimentada en junio, mes en el que volvió a incrementos del 8,2%, junto con la evolución positiva del primer trimestre arrojan como resultado un crecimiento del 2,1% de las ventas la primera mitad del año.
Una vez más, la construcción es la actividad que no termina de remontar, al haber bajado un 1,6%. Y eso que en enero registró un incremento “espectacular”, tal como lo define el informe, del 49,1%. Transcurridos los meses se ha confirmado que este comportamiento no era sostenible, con progresivas caídas que no han parado.
Las exportaciones, por su parte, comienzan a perder el protagonismo que adquirieron durante los duros años de la crisis, que se convirtieron en la herramienta de las empresas guipuzcoanas para afrontar la ralentización de la economía. Al unísono con la recuperación, el consumo interno vuelve a resurgir con fuerza y relega a un segundo plano al comercio exterior, que durante el primer semestre de 2017 cayó dos puntos porcentuales.
En este caso, el mercado de la Unión Europea es el principal responsable del decrecimiento, a pesar de seguir constituyendo el principal destino de las exportaciones del territorio. Las ventas realizadas a los países comunitarios descendieron un reseñable 9,7%, mientras que otros mercados emergentes ajenos a la Unión Europea frenaron la caída al crecer un 12,1%.
Las importaciones, sin embargo, experimentaron una evolución opuesta durante los primeros seis meses del año, al comportarse de manera positiva. En concreto, las compras de las compañías guipuzcoanas subieron nueve puntos porcentuales.
Las realizadas a estados de la Unión Europea crecieron un 8,8% y, de nuevo, los países no comunitarios se vieron más beneficiados de la buena evolución de la economía del territorio, ya que vendieron a Gipuzkoa un 11,9% más de lo que lo hicieron durante el mismo periodo del ejercicio anterior.
trabajo El incremento de la actividad empresarial guipuzcoana que reflejan los datos contenidos en el informe elaborado por el departamento foral de Hacienda y Finanzas tiene su reflejo en el mercado laboral del territorio.
El tejido empresarial creó puestos de trabajo para responder a sus necesidades de producción, en concreto un 2% más que durante el primer semestre de 2016. En consonancia con el ritmo de incremento de las ventas, el sector servicios fue el que registró un mayor crecimiento de empleo, un 2,3%.
Sin embargo, la industria no se quedó muy lejos de igualarle en la generación de puestos de trabajo, a pesar de que sus ventas crecieron menos que las de servicios. En la primera mitad del año tuvo una subida del 2,1% en comparación con los seis primeros meses de 2016.
La construcción vuelve a representar la cara negativa también en este aspecto, puesto que su evolución a la baja tuvo como correspondencia una caída del 5,5% en la ocupación laboral.
La cantidad empleada por las empresas para pagar los salarios de sus trabajadores también crecieron un reseñable 3,2% y, en este caso, de nuevo el sector servicios se sitúa en primer lugar, ya que en el primer semestre del año el montante destinado a las retribuciones salariarles se incrementaron un 4%, mientras que en la industria el crecimiento fue de un 3,3%, también por encima de la media. En construcción, en cambio, el porcentaje se situó en un 6,4% negativo.
Al haber crecido el empleo en dos puntos porcentuales, lo que se sitúa por debajo de la cantidad destinada a los salarios, la retribución media de cada persona asalariada aumentó un 1,2%.