el programa 2016 Bidea celebró el pasado domingo su vigésima etapa, una cifra redonda que congregó a más de 140 participantes que pudieron disfrutar de una jornada veraniega con unos paisajes espectaculares en uno de los caminos más desconocidos de Igaratza: minas.

Los excursionistas partieron del Parketxe de Lizarrusti, adonde llegaron en diversos autobuses que fueron interceptados por los miqueletes para registrar a todo el grupo.

Desde Lizarrusti, los montañeros partieron al refugio de Igaratza, un recorrido de tres horas que comenzó con una exposición sobre naturaleza de Gema Arrugaeta. Precisamente, las imágenes de la artista se vieron complementadas por unos espectaculares paisajes cuya belleza se vio enfatizada por el buen tiempo.

En el refugio de Igaratza, el grupo fue agasajado por el grupo de montaña Aralarko Adiskideak, que prepararon un hamaiketako aderezado con varias piezas de trikitixa. El parón sirvió para reponer fuerzas y posteriormente seguir el camino, que esta vez les llevó hasta Arritzaga.

En este trecho, de aproximadamente una hora de duración, los excursionistas fueron encontrándose con diferentes representaciones del oficio minero. Además, una vez en Arritzaga disfrutaron de una teatralización de un grupo de mineros y de los bertsos de Fernando Amezketarra interpretados por un actor.

A partir de este momento comenzó la parte más dura de la etapa: la bajada hasta Amezketa por el camino de minas. Sin embargo, todos los participantes llegaron a tiempo para disfrutar de la creación en directo de la escultura efímera de Guillermo Olmo. La creación in situ de su obra estaba acompañada por música de piano de la mano de Iñar Sastre. Cabe destacar que la escultura estaba hecha con madera recogida en el propio camino que acababan de recorrer los caminantes; tras una semana aproximadamente de exposición la escultura se desmontará y se devolverá la madera de nuevo a donde estaba. - N.G.