El PNV niega un pacto oculto con el PP y votará contra Rajoy

Donostia - Un día después, los partidos siguieron rumiando ayer el misterio de los diez votos adicionales que se llevaron el PP y Ciudadanos en el reparto de las vicepresidencias de la Mesa del Congreso. El PNV comienza a sentir fastidio e indignación ante las informaciones que apuntan hacia los jeltzales y a un pacto bajo cuerda que contemplaría también la investidura de Mariano Rajoy. Insiste en que votó en blanco en el reparto de la institución, y ve disparatado especular con su apoyo a la investidura porque su rechazo al presidente español es firme y no tiene vuelta de hoja. Votará en contra de su investidura en las dos votaciones.

Sin embargo, para disgusto de los jeltzales, la bola de nieve ha crecido en las últimas horas al filtrarse que el PP está dispuesto a cederle escaños para que tenga grupo propio en el Senado, lo que supone tener más turnos de intervención y subvenciones. En este contexto se le ha concedido una gran dimensión, aunque en realidad es una práctica muy habitual en Madrid y en anteriores legislaturas se ha encauzado indistintamente con los socialistas, los populares o grupos nacionalistas. Fuentes jeltzales del Senado dicen que no han cerrado nada concreto, y que también se está hablando con los socialistas y Coalición Canaria. Una opción podría pasar por que el PP les cediera dos asientos, y los canarios otros dos. Así llegarían a los diez necesarios. El martes culmina el plazo para acordarlo. En caso de que fructificara, se sumaría a la cesión al PNV por parte del PP de un puesto en la Mesa del Senado.

En círculos de opinión cercanos a Rajoy se interpretan estos movimientos y otros similares con el nacionalismo catalán como un intento de propiciar un nuevo clima de entendimiento no tanto para la investidura, sino más bien para aprobar los primeros presupuestos y recabar apoyos puntuales para leyes concretas. Fuentes jeltzales fueron taxativas al asegurar que no hay negociaciones ni acuerdos ocultos para la investidura o los presupuestos. El PNV no tiene intención de avalar unas cuentas que contendrán severos recortes.

El portavoz jeltzale en el Congreso, Aitor Esteban, aseguró en unas declaraciones efectuadas en Sabin Etxea que los cinco diputados jeltzales votaron en blanco en la Mesa, y dejó claro que, cuando Rajoy se presente a la investidura, “el voto va a ser no en la primera votación y noen la segunda”. Como dato novedoso, y para dejar patente su enojo con los socialistas y Podemos por alimentar las especulaciones, avisó de que, “como continúen intoxicando como lo están haciendo, el voto también será negativo al candidato que presenten”.

Todo comenzó el martes, cuando los jeltzales votaron en blanco en la elección de la presidencia del Congreso porque no habían participado en las negociaciones, una postura que compartieron los nacionalistas catalanes y la propia izquierda abertzale y que puso en bandeja la victoria de la ministra Ana Pastor. El episodio hubiera pasado sin pena ni gloria de no ser porque después afloraron diez votos extra para las vicepresidencias de PP y C’s que, por la naturaleza del voto secreto, nadie sabe de dónde procedieron. Convergència se atribuyó cinco, pero después lo desmintió. El PNV fue tajante desde el principio asegurando que votó en blanco. Los jeltzales creen que los socialistas han alimentado una conspiración para situarlos como socios ideológicos del PP y ahorrarse el coste político de abstenerse en la investidura para evitar unas terceras elecciones.

En cualquier caso, el propio PP dejó ver ayer que buscar el apoyo nacionalista en la investidura entrañaría muchas complicaciones para Rajoy porque el PNV quiere “hablar de los presos de ETA” y Convergència plantea el “referéndum de independencia”, dos cuestiones que “no pueden estar en la agenda de la formación de un Gobierno”, según dijo ayer Javier Maroto en La Sexta. Ciudadanos, además, ha avisado a Rajoy de que puede reconsiderar su abstención y retroceder hasta el voto en contra si se le ocurre pactar con quienes quieren “romper España”. El planteamiento del PP es superar la investidura con el voto a favor del partido naranja y la abstención de los socialistas.