donostia - “Llevo todo el día dando la cara, ofreciendo explicaciones a mis pacientes en persona para que me vean y tranquilizarles. Hemos tenido tropecientas llamadas de gente. Hoy estamos jodidos por esta noticia, pero lo que queremos transmitir a todos los pacientes es que somos dos cosas totalmente diferentes. Por un lado, está la marca (Vitaldent), a la que nosotros pagamos un canon y a cambio sacamos un nombre y toda la publicidad que emiten en televisión; pero como empresa somos Donostia Dental; y cuando el paciente nos paga, nos paga a nosotros, a Donostia Dental. A quien han atrapado es al dueño de Vitaldent central, que es lo que sé por la prensa”.
Son palabras de Iñaki Aberasturi, franquiciado de Vitaldent en Donostia (Gros) e Irun; Ayer se despertó con un mensaje alarmante en el móvil. Estaban saltando las primeras informaciones de la operación policial que detuvo a trece miembros de la cúpula de Vitaldent por fraude y blanqueo. Fue un “sorpresón” para el hombre que hace ahora 14 años introdujo en Gipuzkoa la primera clínica.
“El dinero de nuestros pacientes está en las cuentas de Kutxa (Kutxabank) y de La Caixa; lo tenemos nosotros y nuestra intención es seguir aquí mañana, pasado y dentro de 25 años. Está todo garantizado. Estamos trabajando normal y se va a seguir trabajando con todo el mundo. Aquí no se ha despedido a nadie, todo el mundo ha cobrado sus nóminas y somos los mismos de siempre, los que llevamos abiertos 14 años. ¿Iba a estar hablando contigo si me iba a ir?”, reflexiona Aberasturi.
Es consciente de que el palo es duro y “nos va a costar levantar la cabeza”. Destaca, no obstante, su solvencia para seguir funcionando incluso si desapareciese Vitaldent, lo que le obligaría a trabajar bajo una marca propia.
En todo caso, las consecuencias directas de la operación policial de ayer fueron que durante buena parte del día las clínicas Vitaldent se quedaron sin ordenadores, “ya que nuestro programa va en red”; y unas pocas clínicas, como la de Sancho el Sabio (Amara), en Donostia, se quedaron sin teléfono durante horas.
Vitaldent cuenta en Euskadi con una veintena de clínicas de una decena de franquiciados, que ayer contemplaban atónitos todo el torrente de información sobre la operación policial contra la marca de sus clínicas. “No veo que ninguna esté en riesgo de bancarrota, aunque nos están haciendo daño algunas informaciones”, añade Aberasturi.
la guerra de la publicidad La noticia causó un gran impacto en todo el sector, que atraviesa su propia crisis y vive tensiones internas por el aumento de las clínicas franquiciadas de grandes firmas, entre ellas Vitaldent, y sus campañas publicitarias. Los colegios de odontólogos tachan a menudo de engañosa su publicidad, ya que “prima el aspecto comercial sobre el sanitario”.
El presidente del Colegio de Odontólogos de Gipuzkoa, Tomás Gastaminza, calificó el caso Vitaldent como una “mala noticia” para el sector y afirmó que “estamos a la espera de ver qué repercusión va a tener en los pacientes”. Según dijo, “son clínicas que llevan muchos años funcionando en Gipuzkoa y cuentan con una cartera importante de clientes. Habrá que ver en qué situación se quedarían si desaparece Vitaldent”.
Gastaminza lamenta que el problema de las grandes firmas, a menudo, es que “están regidas por empresarios, con una visión puramente económica de la profesión” y por ello recomienda a la población que acuda a los profesionales colegiados y desconfíe de quienes les presionan para que acepte una financiación.
El presidente de los odontólogos guipuzcoanos asegura que en estas clínicas “hay muchos odontólogos y auxiliares que trabajan y nos preocupa su futuro, como el de sus pacientes”.
Recuerda que recientemente el caso “Funnydent dejó a 3.000 afectados sin sus tratamientos. Es normal que los pacientes de Vitaldent estén preocupados. Este caso no es el primero y desgraciadamente no va a ser el último”, añade Gastaminza.