El Instituto de Psicología Integral Baraka se fundó en 1997 y desde entonces ha llevado a cabo varios proyectos en los que han participado más de 800 personas. Baraka está apostando fuerte por darse a conocer entre los ciudadanos y tener una incidencia real en la comunidad. Acaba de estrenar local en la Parte Vieja donostiarra y actualmente ofrece actividades como la meditación, yoga, arte-terapia, e incluso másters de formación.
La columna vertebral de esta asociación sin ánimo de lucro se basa en la meditación; la forma natural en la que la mente se desarrolla y llega a la plenitud. Baraka subraya la importancia de distinguir entre la meditación dirigida al bienestar psicológico y la meditación ambientada en un contexto religioso. Su escuela de meditación lleva más de 15 años en funcionamiento y se caracteriza por ser laica, no dogmática, científica y por no requerir ninguna creencia.
La meditación es un método universal para la superación y liberación del sufrimiento. Un método barato que supone hacerse cargo uno mismo de su propio proceso, sin delegar las ideas, cuerpos y mentes en los médicos. Baraka oferta cuatro cursos de meditación: Fundamentos de la atención, Meditación mindfulness, Meditación vipassana e Iniciación a la meditación.
La especialidad de esta asociación es el mindfulness, “atención plena” traducido al castellano, y el trabajo que hacen al respecto es una referencia en el Estado. La práctica del mindfulness ayuda a poner atención a las cosas que se están haciendo en el día a día. Es una técnica con evidencia científica muy eficaz para tratar temas relacionados con el envejecimiento, casos de ansiedad, estrés, depresión y diversas patologías a niveles crónicos. Se organizan cursos de meditación mindfulness, con previa inscripción, y además disponen de un espacio abierto y gratuito de meditación los martes y jueves por la tarde y un domingo al mes.
Desde un punto de vista demográfico, teniendo en cuenta que Gipuzkoa tiene una edad muy avanzada, Baraka ha elaborado un programa de mindfulness dirigido especialmente a la tercera edad. En las edades avanzadas se producen ciertas crisis psicológicas producto de la pérdida del rol social, la gente se siente perdida en la vida cuando se jubila, y también siente rabia inconsciente por el hecho de estar envejeciendo. Estas cuestiones hacen de esta época de la vida una época de desesperanza y amargura, pero gracias a las técnicas de meditación es posible superarlas.
FORMACIÓN Y CONSULTAS Además de la escuela de meditación, la asociación cuenta también con varias iniciativas de formación. Por sexto año consecutivo, ofrece una formación básica de instructores de mindfulness de la mano de los más prestigiosos conocedores de esta técnica en el Estado: Fernando Rodríguez, David Alvear, Vicente Simón, Ausías Cebolla y Andrés Martín. Desde entonces han formado a más de 120 instructores que hoy en día están trabajando tanto aquí como en Burgos, Cantabria, Navarra, etc. Debido a su éxito, recientemente han lanzado dos nuevas formaciones: el máster en mindfulness en el ámbito educativo y social, que comenzará en 2016, y la formación avanzada en competencias para instructores de mindfulness, que ya cuenta con su primera promoción.
Otra de las formaciones que se ofrecen en este centro se basa en la facilitación social: El camino de Elder. Se trabajan la gestión y la comunicación en los grupos, estilos de liderazgo y resolución de conflictos en el ámbito social, a cargo de José Luis Escorihuela.
Baraka dispone, además, de dos despachos orientados a consultas de psicología y otro para atender la parte psiquiátrica. En ellos trabajan Fernando Rodríguez, Doctor en Psicología y psicoterapeuta, David Alvear, psicólogo y psicoterapeuta, y Elena Palomo, médico psiquiatra y psicoterapeuta.
OTRAS ACTIVIDADES COMPLETAN LA OFERTA En torno al trabajo de la psicología y la meditación, Baraka ofrece otras alternativas. Por un lado están las actividades corporales, como pueden ser el yoga o el Chi Kung, que realmente son técnicas de meditación pero en movimiento. Actualmente hay dos grupos de yoga, uno dirigido al trabajo terapéutico y el otro al bienestar psicológico. El Chi Kung, por su parte, es un arte marcial parecido al Tai Chi, con unos movimientos más lentos y más suaves, y enfocado a la respiración y la postura del cuerpo.
Por otro lado, se encuentran las actividades no corporales que aplican el arte como elemento terapéutico. Se organizan pequeños grupos de encuentro para realizar proyectos creativos y expresivos y al mismo tiempo, trabajar la atención. Mediante la arte-terapia o el té creativo, los participantes aprenden a transmitir sus sentimientos y crear verdaderas obras de arte.