Errenteria - Los hosteleros de Errenteria están reuniéndose y trabajando con el objeto de crear una red que les ponga en contacto con los baserritarras de la zona para adquirir directamente sus productos locales. En esta iniciativa colabora la agencia de desarrollo rural de Donostialdea Behemendi y también cuentan con el apoyo de la asociación de comerciantes de Errenteria.

De hecho, al abrigo de Errenkoalde recientemente se creó una asociación de hosteleros, a la que se han apuntado más de una veintena de bares y restaurantes. Uno de estos integrantes es Haritz Ertzibengoa, cocinero de Gaztelu Ostatua, quien puntualiza que aún quedan muchos flecos para poner en marcha esta iniciativa. “Estamos manteniendo reuniones porque muchos de nosotros estamos interesados en esta propuesta”, asegura. De hecho, señala que la gran mayoría de los bares con cocina y los restaurantes se están implicando en este proyecto.

La idea surgió mientras el Ayuntamiento de Errenteria y Behemendi organizaban la XI Feria Rural. “Mikel Zendoia de Behemendi se puso en contacto con nosotros para proponernos este proyecto y es en lo que estamos trabajando actualmente”, matiza.

Behemendi se encarga de poner en contacto a los hosteleros con los diferentes productores. La zona de influencia se ha ampliado a la comarca de Donostialdea, ya que en el propio Errenteria no son muchos los caseríos que labran su tierra.

No obstante, la experiencia de comprar directamente los productos a baserritarras no es nueva para algunos establecimientos hosteleros. “Antes ya hubo otros intentos de llevar a cabo este tipo de iniciativas, pero solían ser más a nivel individual. Esta vez es diferente porque se ha creado la asociación de hosteleros y estamos trabajando juntos para crear esta red”, explica Ertzibengoa. “Y este es el contexto en el que nos encontramos”, apunta.

En este sentido, establecimientos hosteleros como Gamon 14 ya cuentan con proveedores de productos locales. Gaztelu Ostatua también cuenta con un suministrador local, el caserío Olamarta de Lezo. “Ahora nos trae calabaza y tomate y a lo largo del año nos suele traer productos de temporada: pimiento verde, guisante, patatas...”, enumera.

Ertzibengoa explica que las razones para adquirir los productos de los caseríos locales no son económicas, ya que en este caso no sale más barato ir directamente al productor local. “Estamos interesados en esta fórmula porque suelen ser productos de calidad y porque estamos concienciados con el mantenimiento de nuestro entorno. Y para mantener el entorno no solo hay que admirar lo bonito que es, sino que también hay que colaborar en sostenerlo económicamente, porque ellos también tienen que vivir. Estamos concienciados con admirar el trabajo que desempeñan”.

Esta concienciación también está cada vez más presente en el consumidor o cliente. “Nosotros cuando traemos algún producto de Errenteria lo solemos destacar en la carta. Por ejemplo, hemos solido traer alubias y judías verdes y en la carta hemos puesto judías verdes de Zamalbide y el cliente lo suele agradecer”, manifiesta.

Y añade: “La iniciativa Kilómetro 0 lleva tiempo en marcha, pero hace unos meses que empresas importantes han apostado por este distintivo y lo han publicitado y eso ha provocado que cada vez haya más personas sensibilizadas con el proyecto. Cada vez se mira más el origen de los productos”.

Feria Varios establecimientos hosteleros de la villa el fin de semana pasado tuvieron ocasión de practicar la cocina con productos locales. Dentro de la Feria Rural se organizó una degustación de pintxos donde al menos uno de los ingredientes tenía que ser local.

Xera, Arkaitza, Gailur, Batzoki, Gaztelu, Kerala, Touring, Juli, Ur, Sindikato, Benito y Gamon 14 elaboraron sus platos en miniatura que tuvieron una gran acogida por parte del público que se acercó a la tarde a la Alameda de Gamón. Cada pinxo se vendió al precio de un euro. “Se vendieron todos los pintxos -recuerda Ertzibengoa- y la gente quedó muy satisfecha”.

Era la primera vez que esta actividad se integraba en el programa de la Feria Rural, pero viendo el éxito que obtuvo es prácticamente seguro que se repita en próximas ediciones. “Nos quedamos muy satisfechos con el resultado”, concluye el cocinero de Gaztelu Ostatua.