Muere un niño de dos años atropellado en Astigarraga

donostia - La tragedia sacudió ayer a la familia de sidreros Bereziartua de Astigarraga. Uno de los nietos del propietario, de dos años de edad, falleció ayer atropellado por un coche en la carretera que transcurre frente a la casa familiar. Tras el golpe, y a pesar de los esfuerzos de los sanitarios desplazados hasta el lugar para reanimarlo, nada se pudo hacer por su vida.

Al parecer, el niño se encontraba en el exterior de la casa, situada a las afueras de Astigarraga, en la carretera que conduce a Oiartzun y Errenteria, la GI-2132. El pequeño estaba jugando con una moto de niño cuando, según explicaron fuentes municipales, se le escapó el juguete cuesta abajo por el acceso que sube desde la carretera hasta la sidrería y el niño salió detrás de la moto para cogerla.

Sin embargo, justo en el momento en el que el pequeño accedía a la carretera para recuperar su juguete, pasó un coche, un Volkswagen Passat, que no pudo esquivar al niño.

Según informó el Departamento de Seguridad, el accidente se produjo a las 16.20 horas. Una ambulancia acudió al lugar de los hechos y su dotación trató de reanimar sin éxito al menor, que falleció en el lugar, donde la Policía Local y la Ertzaintza se encargaron de regular el tráfico. Sobre las 17.45 horas, el cadáver fue trasladado al Instituto Vasco de Patología Legal en Donostia.

La Ertzaintza ha abierto el correspondiente atestado para determinar las causas del siniestro.

familia muy conocida La noticia del fallecimiento del pequeño cayó ayer como una losa en Astigarraga y en el sector de la producción de sidra, donde los Bereziartua son muy conocidos. No en vano, la familia regenta la sidrería situada en la casa familiar donde ocurrió el accidente.

De hecho, Aitor, el padre del niño fallecido, es junto a su hermano Oskar, la cuarta generación de esta familia dedicada a la sidra, bajo la batuta de su padre, Jose Miguel Bereziartua. La apertura de la pasada temporada del txotx se celebró, precisamente, en este establecimiento, al que trasladaron la producción de sidra en 1977, ya que antes la elaboraban en un caserío de Ergobia.

El accidente de ayer, además, se produce en un año negro en las carreteras guipuzcoanas y en la misma semana en la que otro niño de ocho falleciera el pasado martes tras caer desde la parte alta del frontón de Ibarra al suelo de manera accidental. El pequeño, residente en Belauntza, se coló por la red que cubre la parte alta cuando fue a recoger una pelota extraviada mientras jugaba con sus amigos.

28 muertos por tráfico Y respecto a las carreteras, el fallecimiento del niño de dos años no hace más que engrosar una lista negra de muertos en la red viaria que lleva camino de convertirse en un triste récord. Tras el accidente mortal de ayer, 28 personas han muerto como consecuencia de un accidente de tráfico en Gipuzkoa en lo que va de año.

Se cumple hoy una semana desde que el territorio se despertó impactado por la noticia de que tres jóvenes guipuzcoanos, dos de Errezil y uno de Azpeitia, habían muerto tras perder el control del coche y chocar contra un bloque de hormigón cuando regresaban de las fiestas de Zestoa. El cuarto ocupante, otro joven de 28 años de Azpeitia, sigue ingresado en la UCI del Hospital Universitario Donostia. - N.G./Efe