donostia - El PNV ganó ayer las elecciones municipales y forales, y Gipuzkoa opta por el cambio tras suspender la gestión de EH Bildu. Lo hace en las Juntas Generales, lo repite en Donostia y también en localidades gobernadas desde hace años por partidos de la coalición como Arrasate, Bergara, Lezo, Zarautz o Zestoa. El PNV recabó más apoyos que EH Bildu (112.000 votos-103.000 apoyos) y este triunfo se tradujo también en junteros (18-17).

En Donostia, la plancha de Juan Karlos Izagirre cayó a la tercera plaza (6 ediles) y se vio superada por el propio PNV (9) y el PSE (7). Ambas victorias jeltzales hay que sumarlas a las habituales de Bilbao y Bizkaia, y a la de Araba, donde el PP consiguió salvar la Alcaldía de Vitoria. En Nafarroa, UPN reeditó el triunfo, pero Geroa Bai logró la segunda posición en unas elecciones que en el conjunto del Estado arrojó el triunfo del PP en votos pese a perder 2,5 millones de apoyos, pero dejó muy tocado su poder en plazas clave como Madrid y Valencia. La gran sorpresa de la noche se vivió en Barcelona, donde la líder antidesahucios Ada Colau será próxima regidora.

Gipuzkoa se ha abonado a las noches electorales sorprendentes. Si la de hace cuatro años arrojó un triunfo incontestable de Bildu y Aralar (23 junteros), la candidatura de Markel Olano (14 procuradores) consiguió anoche darle la vuelta al escenario y confirmar lo que algunas encuestas vaticinaban.

En una contienda que llegó muy mediatizada por el discurso de “o EH Bildu o PNV”, la ciudadanía guipuzcoana respondió a la llamada que el candidato jeltzale en especial realizó durante la última semana y acudió a votar. La participación subió en dos puntos hasta el 64,81% con respecto a 2011 y casi uno de cada tres votantes escogió la papeleta jeltzale. En las tres de las cuatro circunscripciones -todas menos Oria- ganó el PNV.

Las críticas al Gobierno foral por su gestión contra la crisis, su apuesta por la participación, la implantación paulatina y en algunos casos muy polémica del puerta a puerta en casi una veintena de municipios y otras circunstancias locales han provocado el retroceso de EH Bildu, que también ha perdido por 3.000 votos la contienda municipal (110.847 votos frente a 107.088).

La coalición compuesta por Sortu, Eusko Alkartasuna, Aralar y Alternatiba superó la barrera de los 100.000 votos forales en las elecciones que estaban llamadas a ser su reválida tras cuatro años de poder en el escalafón administrativo más alto gestionado hasta la fecha, pero retirados los efectos que impulsaron tanto a Bildu (119.000 sufragios en 2011) como a Aralar (17.200), la coalición se dejó casi 35.000 votos y seis junteros.

Lo hizo sobre todo en Donostialdea, una circunscripción que los expertos apuntaban como clave. Los seis procuradores de Bildu en 2011 fueron anoche cuatro y el PNV recorrió el camino inverso. La otra clave de la noche la dieron en Deba-Urola, donde los ocho de la suma de Bildu y Aralar se conviriteron en seis de EH Bildu, mientras que el PNV subió dos, hasta los seis.

Castigo a la gestión Quien ganó 32.000 sufragios y cuatro procuradores en las Juntas, suficientes para tener desde hoy la responsabilidad de formar gobierno, es el PNV. En el caso de Markel Olano a la tercera fue la vencida y derrotó con claridad a sus rivales.

En la línea que se empezó a trazar en Donostia y en el territorio desde las autonómicas que auparon a Iñigo Urkullu a Ajuria Enea en 2012 -que arrojaron un empate entre jeltzales y soberanistas-, el PNV confirmó las tendencias y tradujo en números la alternativa que se perfilaba en los últimos meses.

Lo hizo desde la capital, donde gobernará Eneko Goia, y también desde otros enclaves municipales, algunos de ellos tradicionales feudos de la izquierda abertzale. Si en 2011 el PNV ganó en cinco localidades, anoche se aupó con el triunfo en 23, entre ellas Arrasate (donde el PNV no ganaba desde 2003), Bergara (localidad natal de Martin Garitano y donde se volvía a presentar la exjefa de gabinete del diputado general, Agurne Barruso), Zarautz (primera victoria jeltzale desde hace 32 años) y Zestoa, donde Bildu había prometido el vertedero de inertes.

Además de la crisis económica, el factor puerta a puerta, que el PNV ya prometió cambiar al comienzo de la precampaña electoral, se habría dejado notar en Lezo, Legazpi, Eskoriatza la propia Bergara, entre otros.

La lectura política del suspenso al modelo de EH Bildu parece clara, más habida cuenta de que los versos sueltos de la coalición a nivel municipal, como han sido los primeros ediles de Errenteria o Azpeitia -Julen Mendoza y Eneko Etxeberria-, han conseguido reeditar su poder, con su talante más aperturista reconocido por diversos portavoces de la oposición.

Algunas encuestas lo empezaban a advertir y los comicios del “nosotros o ellos” tuvieron un ganador claro: el PNV. Pese a que el aspirante de EH Bildu, Xabier Olano, había reclamado la “mayoría absoluta” para la coalición al entender que el PNV había decidido ya “pactar con PSE, PP o Ciudadanos y lo hará a cualquier precio”, su discurso no caló y la noche no solo dejó un escenario factible para opciones ajenas a EH Bildu, sino que el propio PNV derrotó a votos a la coalición soberanista.

Formar gobierno A partir de hoy es al PNV a quien le tocará en primer momento buscar apoyos para formar gobierno. Además de con EH Bildu, es el PSE quien le otorgaría a Markel Olano la tranquilidad de la mayoría absoluta. Los socialistas, otros ganadores de la noche tras salir indemnes de una pugna que se presentaba bipolar, cosecharon ayer un centenar de votos más que en 2011 y pese a perder un juntero, la plancha liderada por Denis Itxaso se ha convertido en el aguante de la formación frente al avance de Podemos en la CAV, tercera fuerza anoche.

El PSE repite esta fortaleza en las elecciones que más favorables son para sus intereses como son las municipales puesto que además de consolidar las plazas de 2011 -Irun, Eibar, Lasarte-Oria y Zumarraga-, ganan en Albiztur y Pasaia, donde la coalición soberanista pasa de ganar en 2011 a la tercera posición.

El PP, casi extraparlamentario Quien no se ha podido librar de la tónica general de su partido ha sido el PP, que de cuatro junteros cae a uno -Juan Carlos Cano-. La encuesta de Gizaker para el Grupo Noticias ya aventuró que los populares se podían quedar con un único representante en las Juntas y así ha sido. El PP en Gipuzkoa, que se vio envuelto en una guerra intestina a cuenta de la designación de la cabeza de lista en la capital, pasa de tener 25 concejales a 6 (tres en Donostia, dos en Irun y otro en Hondarribia).

La sorpresa de la noche, en buena medida anunciada, fue la de Podemos, que entró en la Cámara de Miramon con seis junteros procedentes de las cuatro circunscripciones. La formación que dirige Pablo Iglesias ocupa espacio en el perfil de izquierdas de las Juntas -pese a que la pasada legislatura eran 33, frente a los 32 actuales- y puede ser decisiva en algunas votaciones.

A partir de ahora, y con la constitución de los ayuntamientos el 13 de junio en el horizonte, los plazos empezarán a contar en el momento en el que un tercio de los junteros (PNV y EH Bildu cuentan por sí mismo con esa cifra) entregue su acta en la Cámara.